MIGUEL ANGEL ALAMILLA Y EL ARTE DE RETENER CON LOS PINCELES LA ESTÁTICA DE LOS OBJETOS, LOS ESCENARIOS Y LAS PERSONAS AMADAS, DIJO A EL CORREDOR INFORMATIVO QUE “A VECES CREO RETENER EL ALMA O LA VIBRACIÓN DE LAS COSAS QUE ME CIRCUNDAN, CON EL PROPÓSITO DE CONSERVAR ESA SENSACIÓN DE PASADO, PRESENTE Y HASTA FUTURO DE LO QUE ES LA VIDA O TU PROPIA VIDA QUE CAMINA Y CAMINA O SE ESCURRE Y SE ESCURRE POR EL TIEMPO. DE ESTA MANERA SIENTO QUE AL ESTATIZAR Y ATRAPAR UNA EVOCACIÓN LA PRESERVO FRESCA EN TODA SU ESPLENDIDEZ LUMÍNICA Y CROMÁTICA POR TIEMPO INDEFINIDO. EL PAPEL Y LA ACUARELA , SON ALGUNOS DE MIS ALIADOS MÁS FRECUENTES, PARA ETERNIZAR QUIZÁ SIN PROPONÉRMELO ESAS CONSTANTES FUENTES DE VIDA QUE SUELO CONDUCIR A MIS CUADROS”. DE ESTA MANERA, EL PÚBLICO PODRÁ APRECIAR MÁS DE 40 OBRAS DEL MAESTRO ALAMILLA, MISMAS QUE SERÁN INAUGURADAS EL SÁBADO 20 DE ABRIL DE 2013, A PARTIR DE LAS 12:00 HORAS, EN LA GALERÍA PRINCIPAL DEL SEMINARIO DE CULTURA MEXICANA, DE POLANCO, CON PERMANENCIA HASTA EL 31 DE MAYO DE 2013.
Por Ana María Longi,
Miguel Ángel Alamilla, a través de una exitosa carrera artística-pictórica de aproximadamente 30 años consecutivos de creatividad; eligió finalmente el abstraccionismo como una decidida vocación dentro de su lenguaje intimista. Aspecto sensible ---que sin asegurarlo desmedidamente---, suele proteger a algunos creadores, de lo que podría definirse como una exhibición demasiado franca o directa de lo que ocurre en sus muy privadas lecturas interiores. De esta manera, el próximo sábado 20 de abril de 2013 y mediante una permanencia que se prolongará hasta el 31 de mayo de 2013, el Maestro Miguel Ángel Alamilla, invitará a todo público –junto con la Directora de Eventos de esa Institución, la Maestra Sandra Rácotta y el encargado de la logística Johan Galván--- a visitar una exposición de más de 40 obras, colocadas en la galería principal del Seminario de Cultura Mexicana, de Polanco.
“Estática”, una espléndida serie de obras que el artista Miguel Ángel Alamilla creó en 40 expresiones, constituye también la secuela que el pintor ha logrado sumar en el gusto de los visitantes y críticos de arte que han observado desde hace unos 30 años su formal trayectoria tanto en galerías y centros culturales del Distrito Federal, como República Mexicana y el extranjero.
Y es que Miguel Ángel Alamilla, al enviar sus frases pictóricas ---en esa ocasión al papel--, se identifica con los sentimientos y las inquietudes de quienes las están observando. Y esto es, simplemente, porque el artista se muestra también como una especie de rebelde de toda esa estricta programación que a los humanos nos entrega el infinito foro universal. ¿Y cuál es este programa? Bueno, pues la que nos impone esa irrebatible máquina llamada “Tiempo”. Esa que barre con todo. Con escenarios, con personas, con cosas, con sueños y pesadillas. El “Tiempo”, que no deja títere con cabeza, y que al avanzar y avanzar, desaparece y esfuma no solamente todo lo que amamos sino también lo que nos identifica dentro de nuestra fugaz medida existencial.
Y bueno, pues así, con todos estos elementos, nace “Estática”, en la cual el artista, con sus rebeldes pinceladas de acuarela sobre papel, ha logrado retener tanto para él como para nosotros, todas esas evocaciones que sólo pueden ser retenidas en nuestra memoria con entrecortadas líneas en blanco y negro. Y pues no. Miguel Ángel Alamilla ha logrado eternizarlas de una manera suave, fresca, enriquecida y triunfante, mediante unas pinceladas maestras, que han logrado encarnar, de una buena vez, todo aquello que nos sucedió seguramente, quizá, en una esplendorosa mañana, en una fiesta de cumpleaños, en un beso amoroso e imborrable, en la separación de un ser amado, o en los alegres revolcones que logramos recetarnos en un parque cualquiera con nuestro perro favorito. Así que, luego de externar todas estas invenciones, Miguel Ángel Alamilla es inquirido por El Corredor Informativo, con otra serie de suposiciones. ¿Cómo nació su pintura? ¿Qué fue lo que sucedió en sus procesos de auto encuentro con el arte que ha generado desde hace más de 3 décadas? ¿En qué momento considera que una obra ya está terminada? ¿Cuándo quita las manos de un cuadro, o en qué momento le suma una pincelada más? En fin. En una charla que podría tornarse interminable, el artista tomó la palabra:
INESPERADA
“Mi vida dentro de la expresión pictórica, está compuesta de muchísimas cosas. De muy variados incidentes cósmicos y cotidianos. Por ejemplo, yo empecé a sentirme atraído por la pintura, simplemente desde niño, primero porque los libros, eran unas artesanías que a mí me encantaba hojear y ojear. Especialmente si estos estaban adornados con hermosos dibujos explicativos y coloreados. Más tarde. Como en todo. Te encuentras con un cuadro colgado en la pared, que te llama la atención pero que no te explicas cómo fue terminado y mostrado a toda la gente. Finalmente, claro. Tú sientes la necesidad de colocar en un mismo sitio, una figura cualquiera, sólo que acariciada y conformada con las cerdas de un pincel remojado constantemente en diversos colores.
Y eso es todo. La pasión. Esa inesperada pasión ya llegó. Ya está ahí sin ni siquiera proponértelo. Una pasión terriblemente esplendorosa, pero sigilosa, misteriosa, mustia. Una especie de pasión mañosa que en ningún momento anunció su visita o su llegada. ¿Y qué más podría decir? Que la señora pasión te atrapa. Te secuestra. Y como te fascina, ya no haces nada por liberarte de ella. Te seduce y no sólo eso sino que se transforma en tu adicción. Y bueno, como usted dice, y lo dice muy bien, yo me abrí a la pintura y la pintura se abrió ante mí. Y a veces, claro, la reinvento para que aquello que amo o he amado se mantenga tranquilo y fresco ante mis ojos y ante los ojos de los demás, quienes también pretenden retener sus propias escenas o sus muy particulares sueños.
Y bien. Hasta el momento, jamás me he “pasado” con pinceladas de más. Pero no estoy ajeno a que esto puede suceder, cuando lo que estamos edificando en un cuadro nos engaña con sus múltiples demandas. Pero no. Afortunadamente, he sabido hasta el momento retirar las manos de un cuadro y aceptar que no sólo es para mí, sino también para los demás. Para el mundo. Se me ocurre agregar también, que en la definición abstracta de un cuadro, pueden ocurrir muchas cosas. Como digamos, expresar aspectos de la vida que no tienen nada que ver con casualidades sino incluso con causalidades. Un pintor abstracto, puede pintar un acto de injusticia callejero. Una protesta social. Un suceso cualquiera que lo mantenga sacudido espiritualmente por muchísimo tiempo. El abstraccionismo entonces, contrariamente a lo que se cree, no es una pintura ajena al entorno sociocultural o político. No. No es ajeno. La única diferencia. Es que la fuerza de esas imágenes son demasiado nuestras desde un punto de vista emocional o espiritual. Pero el concepto es exactamente igual a cualquier otro foro de expresión. La pintura de un creador, por decir algo, es tan extrema o intensa, como cualquiera otra expresada con dolor o alegría realistas. La pasión es la misma. La fuerza de una escritura pictórica, sea la que sea y del origen que sea, siempre relatará toda la aristocracia inaudita de tus cavernas interiores”, expresó poéticamente el artista, Miguel Ángel Alamilla, para despedirse de este querido foro cultural de El Corredor Informativo.
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