El estado incrédulo ante la creencia
prehispánica
Danza azteca un Espectáculo Retomado por Amalia Hernández
Por Miriam Domíguez Ruiz
La
danza Azteca ritual que rinde culto a sus deidades entre ellas la naturaleza,
sólo fue un mito los sacrificios, los había pero no como lo mencionan en el cine
y la televisión, para acabar con la población, pues lo más sagrado fue la vida,
dijo Sergio Segura, danzante con más de cinco décadas en la actividad en los alrededores
del Zócalo de la Ciudad de México.
La
danza Azteca fue una de las prácticas autóctonas de nuestro país, sus
practicantes tenían una cultura ideológica religiosa. Actualmente el problema
que tiene esta cultura de raíces prehispánicas es que pierde el reconocimiento originario
con la pérdida de su pureza de sangre, dando como resultado una sociedad
mestiza, es entonces que los hijos desechan lo originario tomando lo que viene
de afuera una cultura impuesta a consecuencia el conocimiento ya no se trasmite
como tal; el entorno cambiante de la colonización da como resultado una cultura
hibridada, dentro de un contexto social en constante transformación, que se fue
urbanizado, razón por la cual las danzas mexicas, junto con su ideología religiosa
se descontextualizaron, formando otro tipo de danzas fuera de su entorno
natural originario; ritual donde se rendía culto a sus deidades, y se veía a la
naturaleza como algo sagrado: Es ahora cuando todo el proceso de hibridación
oculta la existencia del pasado indígena que no era otro que regenerar los
ciclos naturales de producción y alimentación. Fuera de las guerras y el
sacrificio queda un gran conocimiento de la tierra y de los astros que
concientizan por el respeto y cuidado del planeta. Así como una especialización
del arte popular. No obstante, una parte de la actual sociedad y Gobierno Estatal
no le de la legitimidad cultura, por el contrario, provoca una falta de
credibilidad, discriminación y rechazo al reconocimiento social, a la cual cada
cultura tiene derecho. A pesar de que cada cincuenta y dos años se les toma en
cuenta con un magno festival; sin
embargo, este sólo es generacional, donde se lleva a cabo una representación la
cual llama la atención internacional, pero los años subsiguientes apenas se les
menciona e incluso se les excluye de ciertos lugares, no permitiéndoles el paso
para sus prácticas, para otros, se ven como si fueran limosneros, en
consecuencia sólo unos cuantos tienen espacios establecidos donde realizar su
cultura como es el caso del centro histórico y la plaza de Tolsá.
Este
ensayo se apoyará en el campo artístico que analiza Bourdieu, en ¿Y quien creó a los creadores?, ya que
considero que los Aztecas son artistas tanto en su artesanía como en su
espectáculo ritual. Así como en Algunas
propiedades del campo del mismo autor, ya que es importante ubicarlos en el
campo artístico. También retomo a Kuper, en
introducción de guerras de cultura, ya que los aztecas están dentro de
nuestra sociedad pero su cultura difiere o como dice Kuper, no es compatible.
A
Canclini en “diferente desiguales y desconectados”, el título habla por sí sólo
en relación al desarrollo de mi trabajo, por lo cual lo creo importante. Retomaremos
al mismo autor en “del mercado a la boutique” para referirme a las artesanías.
Por último, a Sousa, por su análisis de la hegemonía actual.
Tejido de la trama
cotidiana
Según Sergio Segura, representante
del grupo Ze Mazatl A.C., en entrevista en la explanada del Zócalo de la ciudad
de México manifestó que sus ancestros llegaron a la ciudad en el año de 1945, gracias a que uno
sus tíos estudiaba en el Conservatorio Nacional, el cual invito a Amalia
Hernández, bailarina de ballet folklórico, a una fiesta patronal del
Guerrero, para escuchar las flautas que solían tocar sus familiares, además de
ejecutar las danzas ceremoniales tradicionales, y degustar la comida local. Es
así como menciona Bourdieu, (2002) que en el arte, las relaciones que se dan
entre los agentes culturales son los que dan valor social a la obra en este
caso representación artística ritual.
También
comentó que la danza azteca para Amalia Hernández, era merecedora de ser un
espectáculo artístico regional, por tanto ser mostrada, de modo que los invitó
a la ciudad de México, donde se instalaron, esto facilitó que ella comenzara a
difundir la danza ritual, gestionando el espacio que hoy ocupan. Es así que
Bourdieu (2002), menciona que el valor de la obra se da por los mismos artistas
y los agentes envueltos por la producción de la obra, agentes posicionados en
el campo artístico, como fue el caso de Amalia Hernández, que a la vez fue consumidora,
ya que es bien sabido que ella viajaba para conocer las danzas regionales de mexicana,
las cuales modificaba para realizar representaciones teatrales, con lo cual tuvo
gran éxito alrededor del mundo.
De
esta forma, los danzantes hicieron suyo un espacio público en el centro de la
ciudad; que según Bourdieu (1990), sí a la autonomía del artista en este caso
los danzantes, le añadimos el producto social histórico de su herencia
autóctona, es entonces, que lograron reacciones verdaderas, de reflexión en el
público, que es lo que realmente exalta al artista a un carácter divino, dando
como resultado un valor de autenticidad al producto terminado.
Este
carácter divinizado sigue vigente alrededor del mundo; sin embargo, en nuestro
país da comienzo una pérdida de credibilidad por el contexto urbano hegemónico
que da cambio a la vida moderna y que ofrece nuevos espectáculos masivos como
podemos observar a los alrededores de donde se sitúan: palacio de gobierno, símbolos del poder ejecutivo, la Catedral
Metropolitana, símbolo de poder eclesiástico, Mac Donals símbolo de industrias hegemónicas, Sears y
Liverpool, empresas trasnacionales de poder global, que buscan manejar gran
cantidad de distintivos que se imponen en las marcas de moda, es donde los
danzantes aztecas se ven como un recuerdo de lo que fue el México antiguo, una
representación desconectada y aparentemente desordenada, sólo como
representación turística, una atracción teatral informal de decoración, al paso
del Turibus del sector turístico del D.F., o de los turistas extranjeros y
nacionales que van de visita al zócalo
capitalino, Según Adam Kuper,(2001) una nueva forma de
vender cultura.
Sin embargo, siguen siendo representantes del poder de las
civilizaciones de nuestro pasado. Un ejemplo, lo encontramos cuando se realiza
un mundial de futbol, que se trasmite por TV. Nos muestra la mercadotecnia,
imágenes previamente diseñadas para tener estos efectos de nacionalismo que nos
revelan a un guerrero azteca, un modelo de fuerza, decisión y coraje, ricamente
ataviado para combatir en el campo del juego de pelota; inconsciente de nuestra
raíz india; nos imaginamos un futuro de triunfo que nos invitan a convivir en
un entorno social que nos identifica. Aunque el objetivo es hacer que nos
identifiquemos, no obstante, esto no es más que manipulación de la programación
subliminal momentánea de los medios de comunicación; para Sergio Segura, la
realidad es otra, ya que cuando se presentan grupos musicales contemporáneos a
ellos se les relega, incluso hasta con la fuerza público.
En
sus inicios el ritual ceremonial cautivo a público en general, por lo cual, fueron
invitados a diferentes partes del mundo como ejemplo a los 19 años de edad, Segura,
ya conocía Franca, Japón, Estados Unidos, Inglaterra, por mencionar algunas
ciudades, sin embargo, para su padre conocer otras culturas totalmente
diferentes a la nuestra, fue fascinante, no obstante tuvo sentimientos
encontrados pues, su danza era ritual proveniente del conocimiento de sus
ancestros de su cosmovisión a la tierra. Giunta comenta que “pensar en el arte
desde la sociología implica considera un campo de tensión en el que se disputan
valores materiales y simbólico” (Giunta, 2002:5)
Por
tal motivo, aunque resulte increíble, a
pesar de que Segura, viaja al lado de su padre no
conocía el significado del ritual que esté le heredó, sólo danzaba. En
estos viajes Miguel Ángel Hernández, fue la persona que le mostro la filosofía
aztecas, por lo cual, comienza a estudiar con sus pocos conocimientos de la
lectura, ya que sólo llegó hasta tercer año de primaria, conjuntamente considerándose
integrante dentro de un grupo vulnerable, como él mismo se auto llama un -indo
pata rajada- no obstante, a través del
tiempo se siente orgulloso de sí mismo pues, conoce el significado de considerase
indígena, así como su la historia, tradiciones y costumbres de los Aztecas, nahualtecas;
sus semillas prehispánica.
Ahora se considera promotor cultural de las tradiciones
aztecas. Visto que él considera que de
1979 a 1985, había muy poco conocimiento de la filosofía azteca en México, por consiguiente los grupos que surgieron en ese
momento se dedicaron a hacer difusión seria, al día de hoy se reflexiona en la magnitud
con que se han incrementado los grupos de danza azteca. Relata que la
concentración de los demás calpullis son de Querétaro, Guanajuato, Jalisco,
Estado de México, Distrito Federal, hasta de Chicago, Estados Unidos de Norte América,
Argentino, Chile y Japón, todos se
reúnen con un propósito estudiar la historia azteca y sus rituales.
Declara que la danza en otros países es más
importante que en su nación, ya que gente del mundo en la actualidad está en
busca de la paz espiritual, así como de un despertar psíquico, y como
representa a Cuauhtémoc Mocte Quiz Mac, ayuda a otros a través de la danza a encontrarse, según
sus palabras tiene la finalidad de despertar la fortaleza del guerrero que
llevamos dentro, considerándose como un eslabón de la mexicanidad.
Por otro lado, los grupos se mantienen unidos
y conectados en diversos centros culturales al los cuales llama: calpullis,
ubicados en Velódromo, Nezahualcóyotl y San Antonio, cabe indicar que existen
más comunidades que no mencionó, donde él es talyecantli o guía, pero no
gobernante. Al igual que en la antigüedad se siguen uniendo
diferentes comunidades mexicas, como ejemplo mencionó a los huicholes, otomíes,
tlaxcaltecas, entre otros, por razón de realizar diversas actividades y
elaboración especializada en arte popular mal llamado artesanía, a fin de que
sigan existiendo sus comunidades.
En sí la danza menciona, se ha convertido en su vida
y espíritu comunal, vale la pena decir que tanto él como muchos del grupo son nahua
hablante por herencia, hace hincapié, por tal, nunca entramos a esta cultura,
sino ya estábamos dentro de ella porque de ella provenimos; su padre, si bien
no le enseño el significado del ritual, mismo que después tuvo que averiguar y
aprender, pero sí le enseño las
tradiciones de sus antepasados que ahora las sigue. Por tanto, ha llegado a
comprender lo que su padre sentía, en consecuencia todo aquel que ingresa se
adapta a sus reglas del culto.
Dado que el tiempo transcurre rápidamente
México se fue transformando desde que llegó, no se percató en la transformación
de su entorno, ya que sólo se dedicó a sacar a su comunidad adelante, por lo
cual, cuando se dio cuenta ya había
pasado el tiempo y sólo hasta que le afectaron las nuevas políticas
institucionales, es entonces, que a fuerza de su poder, las autoridades
gubernamentales, los retiran de sus espacios en la vía pública tratándolos como
pordioseros, sin darse cuenta de toda la simbología del rito, dándole prioridad
a grupos o eventos sociales contemporáneos nacionales como internacionales,
siendo que los verdaderos aztecas sus ancestros ocuparon estos espacios, desde
antes de la colonia para realización de sus rituales religiosos y sus actividades
de comercio. Hoy día se queja ya que se le da prioridad a grupos contemporáneos
ejemplos de ello: Shakira, Justin Bieber, Chayanne, Miguel Bose, Paul Mccartney,
entre otros, es entonces cuando “las culturas no son compatibles” según
menciona (kuper, 2001:19), se ve discriminada su cultura, dando
como resultado la exclusión constante de los lugares representativos de su
saber, situación que afecta su entorno laboral y por tanto económico hasta la
actualidad.
No obstante, es una cultural que se ha negado a morir
pasando sus saberes de una generación a otra, conocimientos con base en la gran
diversidad de culto que alberga nuestro país, con una producción artesanal
comercial que da un valor de símbolo según Canclini, vinculado a sus rituales
actos particulares que ocurren en una sociedad que le dan sentido a su vida,
que se convierte a un valor de cambio valor signo al venderlo como espectáculo
o en el caso artesanía cambio su significado al pasar de un sistema cultural al
otro, cambiando quizás como ornamento para su nueva función, ”abarcando el
conjunto de procesos sociales de producción circulación y consumo de la
significación en la vida social.” (Canclini, 2006:34)
Sin embargo, a pesar que sus artesanías en la actualidad
ya son de las pocas representativas de nuestro país, debido a que el mercado
chino entra con mucha facilidad, trayendo consigo copias de la artesanía que en
un principio era propias de lo nuestro y ahora son elaboradas en series de
forma industrial, por estos, que además dejan mucho que desear. Su arte se ha
mantenido como menciona Sally Prince, en el uso de herramientas lo cual se le
denomina “arte de las sociedades sin clase” (Sally Prince, 1993:16), donde se
incluyen los rituales visión euro centrista que afecta en la sociedad y no se
le da un autentico valor.
Es entonces que cuando hablamos de arte popular según
Bourdieu, (1989) las construcciones sociales del contexto donde son producidas
nos remontan a una identidad territorial ligada a procesos de auto consumo por
el valor de uso referente al ciclo agrícola. Sin embargo, entre los danzantes aztecas hay una pérdida del contexto
social, lo cual el mercado hegemónico aprovecha desplazando la artesanía a la
boutique, donde la artesanía ya no es exclusiva de estos grupos, sino que ahora
es exhibida en grandes aparadores, de galerías o en supermercados donde la
artesanía es comprada al mínimo y vendida al triple, así pues, los aztecas es
un grupo en resistencia que se niega a ser explotados por tanto prefieren
competir con estas empresas y seguir como hasta ahora vendiendo su mercancía en
espacios públicos.
Cosmovisión
En la actualidad perteneciente al Barrio Bravo de Tepito; Segura,
se refiere que para la organización del trabajo comunal se apoya de tres capitanes, un regidor, una Sahumadora,
un caracolero guerrero o conchero y los danzantes, mismos que están
comprometidos y tienen una gran responsabilidad para representar su ideología,
a la comunidad indígena y la sociedad, puesto que su cultura se presenta según
Canclini, como un “proceso social donde se produce, circula y se consume en la
historia social.” (Caclini, 2006: 34)
Teniendo en cuenta a lo anterior el culto inicia
con la participación del Caracolero, al hacer sonar su caracol marino, que se
escucha como trompeta, por su
resonancia grave y profunda; el signo, al igual que el sonido de los tambores y
el olor a incienso o copal de la Sahumadora,
todos al unísono le dan forma y significado al ritual, que da como resultado el
significante que es la representación del contexto para adorar los dioses los
cuales son: Cuauhpilli (Guerrero águila), Ocelopipiltin (Guerrero
jaguar), Quachicqueh (Guerrero rapado), Tequihua (Guerrero
Flecha), Tlamani (plebeyo) y el Tlacochcalcatl (guardian
de las armas). (Idem)
La identidad a través del vestuario
Según Canclini,
(2006) estas son como camisas de piel, opcionales pero no ineludible, a medida
que en el trabajo se desenvuelven procesos de significación en una
incorporación entre lo social y lo cultural, es el caso del vestuario que se
utiliza para las ceremonias dice Sergio Segura, que son diseñadas por ellos
mismos, para ello, siguen existiendo instituciones
como el Telpochcalli, el Cuicacalli y el Calmecac, que en ningún momento dejaron a un
lado las artes populares, así como los
escritos por las órdenes de los franciscanos, agustinos y dominicos, quienes
registraron las costumbres, tradiciones, creencias y formas de vida de los
antiguos pobladores; es por eso, que para mejorar los detalles del vestido se
consultan dichos los códices aztecas, los Borbónicos, que son manuscritos
escritos por sacerdotes antes de la conquista y que se conservan en la Asamblea
de Nacional en París, el Boturini o onocida como “tira de peregrinación”, el
documento desaparecido que también se le conocía como “Códice X”, el Mendocino,
creado 20 años después de la conquista, también se puede encontrar información
el Código Florentino, creado por Francisco Bernardino de Sahagún, entre otros
textos. 2013, diciembre. Disponible en http://www.todolibroantiguo.es/libros-raros/codices-aztecas-codex-boturini-mendoza-florentino-magliabechiano-tira-peregrinacion.html
Luego les
siguen los accesorios del vestuario explica Sergio Segura, que se utilizará en
las cultos, donde uno de los tres capitanes
esta como responsable de cuidar y mantener en orden de los atuendos que
utilizarán, los cuales se conforman de los copillis, ayototes que significa copil
o copilli, (penacho)
símbolo del sol, de una deidad, de alta jerarquía y conocimiento que también
proviene del
nombre de un príncipe azteca, también llamado Copil Tlaciuhque de
Tezcaltepetl; también es una corona de oro, con plumas de quetzal que
simboliza el origen real, la sangre real, la corona real que une lo terrestre
con lo celeste.
Otros accesorios complementarios son los instrumentos
musicales como los coyollis o ayoyotls, que su
significado es cascabel azteca o huesos de fraile, el cual viene siendo un
conjunto de nueces huecas, unidas a una bases de piel o
tela para que se puedan amarrar en los tobillos o en las muñecas del danzante o del músico, su sonido se
parece al de una serpiente de
cascabel y al
de la lluvia, representan a las deidades azteca siendo símbolo de protección.
Las
mujeres son el símbolo máximo manifiesta Sergio Segura, ya que son dadoras de
vida, así como la tierra, por lo cual su vestimenta también contiene gran
significado como el huipil quechquemitl, cuetle y cotontle, con dibujos, grecas
y pintura, con elementos naturales, en el nos dice su jerarquía. El elemento
distintivo son las plumas que pueden ser de águila, guacamaya, faisán y cóndor, en la
antigüedad era del ave quetzal, que simbolizan libertad y representan al sol y sus destellos.
La función de la Sahumadora,
es la que porta un sahumerio o sahumador que es un brasero el cual tiene como finalidad durante las procesiones religiosas purificar, el cual lleva carbón, copal e
incienso, según sus creencias, ayuda a bajar al espíritu santo y así estar en
paz con dios al momento de danzar.
Ya que la simbiótica de la
danza azteca –reveló- segura, que cada movimiento en la coreografía del ritual
tiene un connotación especifica: las sentadillas y movimientos serpentinos
simbolizan la fertilidad, los pasos asentados en el suelo a la tierra y la siembra,
las vueltas al aire al espíritu, los pasos avanzados y retrocedidos al fuego,
así como los pasos zigzagueantes al agua. Todo está relacionado con los cuatro
elementos fundamentales agua, fuego, viento, tierra ya que estas a su vez
figuran en la cultura mexica las cuatro direcciones. Norte, Sur, Este y Oeste. Según
Boudieu (2002:225), “la sociología explica el consumo cultural pero no puede
explicar su producción donde el creador tiene un espacio sagrado donde realiza
su producción de valor y de creencia, si se toma en cuenta el espacio de los
productores y consumidores se da por hecho que los consumidores aceptan el
valor simbólico de la creencia” Lo cual lo apreciamos por el gusto de la gente
que acude a verlos participa en su ritual y compra su artesanía.
sin embargo las culturas
actuales se muestran cambiante
encuentran entre los social y universal según menciona Canclini, unidas a la imposición mercantil tan sutil que
suelen tomar estereotipos, pasando por la concepción social a la universal
debido al bombardeó de la mercadotecnia y el acercamiento que logra una
hegemonía a través de los medios de comunicación y las tic, “las cuales más que resolver problemas
sociales y culturales pone en evidencia, las dificultades que persisten cuando
se quiere articular diferencias, desigualdades y procedimientos de inclusión o
exclusión”. (Canclini, 2006:43)
Sousa (2006) menciona que
necesitamos una nueva forma de generar conocimiento, científico social entre
Norte, Sur, Oriente y Occidente; e intentar unir los puntos cardinales como lo
vienen realizando estos grupos que se unen de diferentes culturas autóctonas
del país, a través de la danza fuera de lo que fue el sacrificio humano, así el
multiculturalismo de las ciudades como de los pueblos indígenas dan muestra de que nosotros la mayoría debemos
insistir en eliminar la rivalidad, que tienen Norte y Occidente para negar la
validez o la existencia misma de los conocimientos populares, para
transformarlos en materia prima para el desarrollo del conocimiento científico.
Sousa (2006) también hace mención la
producción capitalista que determina la productividad del trabajo y el capital dejando atrás el potencial de la tierra,
así la productividad de la misma no es tratada en un ciclo de producción
como lo harían los campesinos, porque para ellos la tierra es productiva
durante un año al año siguiente se le deja descansar,
y así de forma consecutiva. Estos
conocimientos de la tierra la tiene esta cultura mexica, no obstante se está
perdiendo ya que su entorno natural ya no existe por tanto es importante rescatarla. Aunque esta lógica productiva no cuenta para la cultura occidental, no obstante,
existe desde hace casi cien años dando resultados de forma efectiva. Es
entonces que si queremos
revirar la delicada situación ambiental tendremos que transformar el pensamiento, hacer que las experiencias que ya existen
pero son invisibles o no creíbles sean
aprovechadas. Donde el saber científico pueda dialogar con el saber
popular.
Al realizar este reporte puedo concluir que es cierto
que los aztecas realizaban ceremonias desde antes de la colonia prueba de ello
son los danzantes encontrados en glifos, también es cierto que los aztecas
tenían en el Templo Mayor, un centro ceremonial y que hubo hibridación con la
conquista; pero también notamos que los danzantes aztecas, llegaron como
espectáculo artístico regional en 1945, a la fecha se ha vuelto representativo
como menciona Bourdieu (2002), un espectáculo que cautiva al mundo y ha
sobrevivido en el imaginario colectivo que se fortaleció con el
conocimiento anacrónico, pero su
problema radica en menciona De Certeau,
(1999) la faltan de narraciones que al no tenerla ocasiona perdida de su
espacio ya que sus integrantes ha ido creciendo por la migración debido al nulo
apoyo gubernamental al campo, a consecuencia sus integrantes son descendientes
directos autóctonas que al llegar a la ciudad también busca como en al
antigüedad a un dirigente Cuauhtémoc, representado por Segura, dando fortaleza
al imaginario de lo que fue la antigua Tenochtitlán por ello ha crecido el
grupo, por tanto es importante seguir investigando porque como dice Sousa
(2006) estas pequeñas comunidades tienen mucho conocimiento en cuanto a la
tierra su ciclos, así como su cuidado, como conocimientos de nuestro pasado autóctona
como es el caso de la gastronomía, tema que no se tocó por considerarlo fuera
del discurso. Pero nula educación occidental, me refiero a que no saben cómo
transmitir de forma escrita sus conocimientos, a pesar de que cuentan con
varios centros culturales, los cuales utilizan para impartir y prepararse en cuanto
a los saberes aztecas así como la elaboración artesanal, pero están olivando
una parte importante sus raíces que ante la pérdida del discurso, tiene la pérdida
de sus espacios, debido que la hegemonía realiza cambios y se apropia de estos lugares,
relegándolos a las orilla, así su cambiante contexto urbano pide nuevas formas
representativas, por ello es importante realizar una labor de recopilación de
saberes y gestiona su cultura para recuperar sus saberes, darlos a conocer a
través de foros y conferencias, también podemos gestionar proyectos de huertos
en azoteas y paredes, parque y jardines donde su saber es bueno.
FUENTES:
v Bourdieu, Pierre. “¿Y quién creo a los creadores? En sociedad
y cultura. México, Grijalbo, CONACULTA, 1990:167-168.
v Bourdieu,
Pierre, “¿Y quién creó a los creadores?” En
Sociología y Cultura. México, Grijalbo, CONACULTA, 2002. pp. 225 – 238.
v
Bourdieu, Pierre, “Algunas propiedades de los campos” en Sociología y Cultura. México,
Grijalbo, CONACULTA, 2002. pp. 135 – 141.
v García Calclini
Nestor, 2006. Diferentes desiguales y
desconectados; Mapas de la interculturalidad. Editorial Gedisa S.A, pp
29-43.
v García
Canclini, Néstor, “Del mercado a la Boutique” Las Culturas populares en el capitalismo. Grijalbo, pp. 155-180.
v García Calclini
Nestor, 2002. Introducción a la cultura
de Pierre Bourdieu.
v Giunta, Andrea, 2002.
Arte,
sociología del, en Carlos Altamirano (director), Términos críticos de sociología de la
cultura. Buenos Aires, Paidós.
v Kuper. Adam, 2001. “Introducción guerras
de cultura”, en Cultura, Barcelona, Paidos Básica, pp
19-38.
v Sousa Santos, Boaventura, 2006. La
Sociología de las Ausencias y la Sociología de las Emergencias: para una ecología de
saberes, publicaciones Buenos Aire
Clacso.
v Price, Sally, 1993. Arte primitivo en
tierra civilizada, Editorial Siglo XXI editores.
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