"CRÓNICAS DE
MI TIERRA"
POR
CHRISTIAN LÓPEZ
DE LA VEGA
OTUMBA,
TIERRA DE OTOMIES.-
El encanto e
idiosincrasia de Otumba,
pueblo rebosante en
tradiciones, leyendas e
historias prehispánicas; muestra,
desde los primeros
instantes en que
se le recorre,
no sólo el
espíritu ancestral que
resurge grandioso, en
toda su esplendente
atmósfera; sino incluso
en todo ese
energético fuego que parece emanar
de las entrañas
de una tierra de dioses, príncipes
y guerreros. Tierra,
que inevitable, retumba
no sólo al
fundirse con su pictórica y
cálida gente; sino con
esa
celebración tan mágica,
bella y fuera
de contexto, conocida
nada menos como:
"El Día Internacional
del Burro", programada, inmemorialmente, cada Primero de
Mayo, Día del
Trabajo.
Y
toda esta alegría
desbordada en Otumba,
mantiene desde siempre,
un símbolo tan
legendario como simpático
y tierno: La
figura de un
asno. Ya que
este infatigable compañero
de los campesinos,
se transforma desde
el alba hasta
el anochecer, en
el protagonista más
importante de glorificación
y honra, de los
trabajadores de la
tierra; tan solo
por acompañarlos, desde
siempre, con su fiel, amorosa, sencilla, infatigable
y tierna presencia.
Un
detalle curioso que
se capta de
inmediato al llegar
a la Feria
de Otumba, es
el entusiasmo reinante
de niños y
adultos; cuyo distintivo
principal consiste, en colocar
sobre su cabeza,
y desde muy
temprana hora, largas
y grisáceas orejas
de burro; detalle
fundamental, con el
cual los festejantes,
suelen exaltar mediante danzas, cantos
y muchas sonrisas
al amigo asno, en cuyo
honor, se extienden
también, a primera
vista, una gran
profusión de puestos
de sabrosa comida,
que abrirá vorazmente
el apetito, a
juzgar por los
aromas que se
desprenden de su
típica, colorida y muy
variada gastronomía, hecha
no sólo para consentir
estómagos, sino incluso
para deleitar paladares.
ORGANIZACIÓN EJEMPLAR
Y
no olvidemos señalar,
que este tianguis
cultural; coincide, igualmente,
con una excelente
y ejemplar organización.
Ya que tanto
turistas y lugareños,
son recibidos con
todo encanto y
amabilidad, por organizadores
y ayudantes, quienes,
sin tardanza, sacan
de dudas no
sólo a los
deseosos de diversión
normal, sino incluso a
los que pretenden
participar en una de las
actividades más especiales para los
celebrantes: Las que se llevan
a efecto en
"El Burródromo". Y
¡vaya que son
en verdad no
sólo muy especiales,
sino incluso innegablemente creativas!
Ya que el
burro, es el
protagonista de espectáculos
no sólo simpáticos,
sino también asombrosos.
Porque si usted
es afecto a
los espectáculos deportivos;
verá, seguramente,
con muy buenos
ojos, que unos
alegres señores realicen
una competencia de
Polo, montados sobre
obedientes asnos; y que cantantes,
comediantes de la
parodia y muchos
otros conjuntos, presenten
obras, en donde
los burros son
los protagonistas más
importantes.
¡Ah,
pero cuando nuestros
hermanos jumentos desfilan
junto a sus
propietarios. ¡Cuidado!, porque
los amos harán
realidad, sobre el
lomo de sus
fieles ayudantes, los
más increíbles juegos
de fantasías, que
van desde lo
más divertidos hasta
lo casi, casi,
mágico o metafísico. Más, nos
preguntamos: ¿Quiénes eligen
finalmente a los
burros triunfadores? ¡El
público, claro! Quién con su
bullicio y escándalo,
armarán dentro del
ambiente, una especie
de aplausómetro. Alegre
aparato sociológico con
el que finalmente
se decidirán ganadores,
con nombres y
apellidos de amos
y burritos.
LA
ZONA COMERCIAL Y
SUS SORPRESAS
Y
así como vamos... y
entre otras cosas,
en la Zona
Comercial encontrará su
gentil merced, otro "detallazo": La
expo-ganadería. En el
pabellón agropecuario, no
faltan, jamás, los
juegos de Feria,
donde abundan los
entretenimientos mecánicos, así
como una diversidad
de bebidas, entre
ellas el pulque,
tan solicitado como
ancestral, porque proviene
nada menos que
del merito corazón
del maguey.
Asimismo, expertos
artesanos mostrando su
arte --- conjunto de
técnica, oficio y
pasión---, con el
que expresa, no
sólo el gran
aprecio que este
tipo de creadores
experimentan casi desde
que nacen, hacia la fuerza
de la cultura
prehispánica; sino incluso,
ese respeto por
los regalos de
la tierra y
de la Ecología,
para utilizar en
todas sus piezas
de joyería, ropa,
juguetes, flores artificiales,
trastos de cocina,
muebles, ornamentos y
demás; elementos naturales
como la madera,
el vidrio, el
barro, cuentería, gramíneas, fibras
de lana y algodón, entre
otros variantes, ese su
tan
orgulloso apego a
las más hermosas
tradiciones que nos
anteceden.
ALGO MÁS
SOBRE EL BURRO
Pero
tomemos en cuenta,
también, que en
cualquier época del
año y abierto
a todo público,
tenemos Burrolandia para
rato, dedicado a
preservar esta especie
en peligro de
extinción. Fundado por
Germán Flores Sauza
en 2006. Un
lugar amplio donde
estos cuadrúpedos tienen
libertad y puedes
convivir con ellos.
Algunos fueron donados,
rescatados de abusos
por parte del
hombre y, otros,
nacidos en esta
granja didáctica, que
te narra sus orígenes desde
la llegada del citado jumento
a México; ya
que en muchísimo
tiempo fueron la
principal herramienta de
transporte de carga
y labranza. Ahora
bien. Otumba también
cuenta su historia
a través de
su arquitectura. Descubrirás
pronto, en ella,
los rasgos del
carácter que la
define. Uno de
tantos es el
Museo de Gonzálo
Carrasco. Pintor clásico
jesuita, nativo de
Otumba. El recinto
conforma salas de
exposición con grandes
obras de arte;
piezas de interés
de la época
prehispánica, óleos y
fotografías. Por otra
parte, y gran
señoría, descubriremos una
casona del Siglo
XIX, que conserva
sus características habitaciones
y mobiliario propios
de las interpretaciones estilísticas de su
época.
AVENTURAS
EN EL MUSEO
Por
otra parte, si
nos trasladamos al
Museo del Ferrocarril
con más de
100 años de
antigüedad, el suave
deslizamiento a esa
etapa, resulta igualmente
fascinante. Pues al
escuchar como parte
de la escenografía
su inolvidable y
nostálgico silbato, te das cuenta,
lo difícil que
es renunciar a
la añoranza de
tan antigua estación,
misma que para
tu consuelo podrás
ver el paso
del tren.
Y
las sorpresas continúan,
porque el Museo
cuenta también con
salas de exposición
permanentes, con maquetas
de antiguos ferrocarriles, herramientas,
documentos que descubren
la importancia de
este transporte. Otra
recomendación, consiste en
visitar el Acueducto
del Padre Tembleque.
Una obra Magna
de ingeniería hidráulica
construida durante el
Virreinato de la
nueva España, planeada
y diseñada por
la escasez del
vital líquido. Una
obra maestra única
y de alta
complejidad dotada de
audaces elevaciones, un
sistema de almacenamiento y
conducción de agua,
que llegaba desde
Zempoala, Hidalgo; a
Otumba, Estado de
México.
Cuarenta
pueblos indígenas la
edificaron piedra por
piedra, tardando entre
17 y 20
años para construirlo
y ser lo
que ahora es:
Un Patrimonio de
la Humanidad, calificado
así por la
UNESCO. Otro legado
histórico arquitectónico que
se puede apreciar,
es la Parroquia
de la Purísima
Concepción donde habitó
el Padre Tembleque.
En su interior
guarda pinturas realizadas
por artistas indígenas
en la época
de la Colonia.
Su fiesta de
la Parroquia es
del 7 al
13 de diciembre
de cada año,
así como cada
7 de julio.
Conmemoran la Batalla
de Otumba de
1520, que narra
los enfrentamientos de
nuestro indigenismo contra
las tropas españolas
de Hernán Cortez.
Y
por todas estas
razones, no te
puedes perder la
oportunidad de conocer
Otumba y capturar
toda su magia.
Recordando que este
importante punto geográfico
mexiquense, se localiza
aproximadamente a una
hora de la
Ciudad de México
y el pasaje
cuesta menos de
50 pesos por
persona. Así que
ven pronto: Porque
Otumba espera alegremente
tu entusiasta visita.