martes, 6 de agosto de 2019

Antonio Caballero, Bellas Artes en Fotografía

Artístico, Histórico, Sociológico,
Aportante y Sumamente Informativo el
Trabajo del Fotográfico de
Antonio Caballero

Por: JUAN CARLOS MARTÍNEZ, DIRECTOR EDITOR DE EL CORREDOR INFORMATIVO

Por: ANA MARIA LONGI, REDACTORA DE GUARDIA.

Ciudad de México.- El Museo de Arte Moderno (de Chapultepec); y el Museo de San Carlos, (de Avenida Hidalgo), han logrado, de una manera justiciera y continuada, exponer el artístico, histórico, sociológico, aportante y sumamente informativo trabajo fotográfico, elaborado por más de 60 años al Periodismo Nacional, nada menos que por Antonio Caballero.
Y, si le ampliamos la síntesis, su nombre se transforma en Eduardo Antonio Caballero Rodríguez, nacido en la Ciudad de México, el 17 de enero de 1940, y, a quien el talentoso curador, Iñaki Herranz, hizo una selección minuciosa de sus infinitas aportaciones profesionales, para transportarlas, primero a los dos museos citados para, posteriormente, proseguir los enlaces del proyecto, en los muros de otros espacios igualmente importante, con los que se irá determinando, la larga gira planificada tanto para la Ciudad de México, como para numerosos estados de nuestra República.

Y como sabemos quienes lo vivimos; el mundo cinematográfico, político, diplomático y artístico de las cotidianidades de los años 50 al 90; capturados fotográficamente por este gran creador del mundo de la imagen ---por cierto amigo profesional de ese otro gran genio de la imagen: Héctor García---, está arrobando a los visitantes. En primer lugar, porque los revelados, son admirablemente creativos, exclusivos, íntimos, bello, poéticos, descriptivos y, como si todo ello fuese poco, trabajándose ya en varios libros y, calificados por los especialistas como "joyas autorales únicas en su género y que deben ser celosamente resguardadas tanto histórica como intelectualmente, para orgullo se nuestro país".
Así que cuando reflexiona acerca de su cámara, el Maestro Caballero, dilucida: "A mi cámara, la veo como mi compañera angelical. Con ella firmé un convenio para ser inseparables hasta la muerte. Para mí, ella es como el bastón o bordón de un ciego que lo guía al caminar y lo cuida; lo conduce hacia lugares seguros y le muestra la bondad y la maldad del hombre; sus carencias o excesos en la cotidianidad de una gran ciudad que nunca deja de crecer.  Esta simbiosis nos ha permitido conformar un archivo maravilloso de los tiempos y horas pasadas que la lente de mi cámara pudo registrar en su cerebro mecánico o en sus entrañas de plata gelatina y haluros, a través de sus lentes finalmente tratados. 

Ellos también son dadores de vida; y lo hacen mediante sorprendentes procesos que absorben la luz y luego con la magia de la química son revelados y fijados en papel gelatina, que permiten que el mundo pueda admirar ese mundo análogo como era hace unos instantes.
PROGRAMAS CIBERNÉTICOS
Y el genial fotógrafo continúa: "Esos mismos cambios también se producen hoy con el empleo de los medios digitales, que requieren de tecnología de punta y potentes programas cibernéticos, que en minutos posibilitan la impresión en plotters con tintas de alta gama, que permiten ampliaciones espectaculares. Recuerdo que antes yo tenía que correr para buscar las noticias y plasmarlas en mi laboratorio de revelado; luego, hallar los medios donde serían publicadas, de acuerdo a las diferentes temáticas, como son las noticias de espectáculos, cine, teatro, cabarets, filmaciones de películas, reportajes de política, de interés humano y la socialité.
RESGUARDO ARTESANAL DE NEGATIVOS.



Y el diálogo, se va por senderos interesantísimos: "Después de este proceso, había que resguardar artesanalmente los negativos o las imágenes que al paso de los años llegarían a constituir un archivo antropológico, que podrían exhibirse en los museos o galerías de arte. Finalmente, veo que al paso del tiempo, poco a poco he podido ver realizados aquellos sueños que se forjaron hace muchos años en mi barrio de niño pobre, donde pasamos muchas penurias. Yo soñaba con llegar a ser una persona que dejaría atrás esa vida de privaciones y menosprecios por parte de esa gente que te ofende por ser una persona de escasos recursos económicos. Hoy, con orgullo, veo que sigo subiendo la cuesta, sin descanso, para lograr mi meta final. Y cuando me preguntan los diaristas: ¿Cómo veo mi vida actualmente? ¿Cómo la percibo? Me atrevo a responder: "En un abrir y cerrar de ojos. La veo como algo maravilloso. Cierto: La he percibido muchas veces en tonos grises o en blanco y negro, pero generalmente intento verla como la imagen multicolor de un mundo colosal e inimaginable, donde por suerte me ha tocado vivir.

EL ESPEJO FRENTE A ANTONIO CABALLERO
Ayer, acudí a una cita para desayunar con una vieja y gran amiga, con quien trabajé y colaboramos en algunas editoriales periodísticas, realizando una serie de reportajes, en esos años en que ambos éramos muy jóvenes. Así, la conocí durante la trágica muerte de Ricardo Rodríguez, el famoso corredor de autos, en la pista que hoy lleva el nombre de "Los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez en la Ciudad de México". Las horas (con  Ana María Longi), transcurrieron enfrascados ambos en una plática pletórica de anécdotas y recuerdos. Yo entre plática, sonrisas y recuerdos; la recorrí de pies a cabeza y recordé el primer día en que nos conocimos. Evoqué, su rubia cabellera que le cubría los hombros, su tez blanca y esos anteojos que cubrían sus bellos ojos azul verdosos.
Por igual, recordé su inocente sonrisa, que pretendía ser maliciosa cuando escuchaba el relato pícaro o malsonante de alguno de nuestros entrevistados. Cuando esto ocurría, ella ---con voz suave y melosa---, intentaba corregirlo al momento, para que la conversación no se apartara del buen decir. Trataba de ser siempre una mujer elegante y acicalaba su vestimenta con un broche de carey, en forma de mariposa. Hoy, han pasado algunos ayeres y en el baúl de nuestros recuerdos, vueltos a la realidad, hemos notado que ambos envejecimos con mucha dignidad. Consideramos que estamos a gusto de cómo nos ha tratado la vida. Cada uno, en su oficio. Ella como escritora y reportera y yo, como fotoperiodista.

Me pidió un auto reportaje, que describiera frente a un espejo y platicara como me veo al paso de los años y, si mi trabajo ha valido la pena; que le hablara de mis logros y mis fracasos y le platicara qué significa en mi vida mi cámara fotográfica, mi compañera permanente en mis labores cotidianas. Así que cuando llegué a mi casa; después de un breve descanso, comencé a pensar que esto nunca se me había ocurrido; es decir, verme a un espejo y analizarme y mostrarme cómo soy en mi mundo interno, en mi intimidad.
Descubrí que soy una persona introvertida, pero paradójicamente, extrovertida a la vez. Extrovertido en mi mundo de trabajo, pero introvertida dentro de mi círculo personal, en mi vasa. Vi que manejo una doble personalidad: la del hombre tímido y la del hombre audaz, al que no le importa arriesgarse para lograr su meta en su búsqueda por conseguir una imagen o el mejor ángulo. no es asunto de modestia, pero aclaro de antemano que no soy únicamente un fotoperiodista, sino que personalmente me considero sobre todo un creador de imágenes.

Un gran abrazo... Y hasta la próxima charla

1 comentario:

  1. Admiro a mi papi el Sr. Caballero. Me gusto el reportaje. Abrazo y que sigan los exitos papi. Te quiero mucho!!

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