domingo, 2 de mayo de 2010

Carta

Sr. Director General
Presente.


Estimado amigo:

He querido desde hace varios días denunciar diversas anomalías por parte de trabajadores del Registro Civil, el principal problema el despotismo y la ineficiencia, ya que desde hacer varios días he buscado una acta de defunción para tramitar la pensión ante Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y nadie, pero absolutamente nadie me podido hacer cado (asesorar) al respecto.
Primero fui a intentar bajo mis propios medios tratar de investigar si en el panteón donde se encuentran los restos de mi señor esposo, para ver si podía dar algún dato, no obtuve ninguna respuesta ya que es privado, de ese ligar me sugirieron que acudiera a la funeraria donde fue velado, y de la misma forma nada.
Me trasladé a las oficinas centrales del Registro Civil para ver si alguien me podía ayudar, pero he de decirle que ni el director del registro civil se encontraba en su lagar, por más de dos horas estuve esperando. De estas oficinas me sugirieron trasladarme al más cercano el numero 14 ubicado en la calle de Doctor Casimiro Liceaga 93, en al colonia de los Doctores y de la misma manera encontré puras negativas, sólo me hicieron pague la búsqueda de 50 pesos. Como circulo recurrente me enviaron a investigar al panteón o la funeraria, lo cual me ocasiona malestar ante tanta ineficiencia.
En el lugar tras solicitar el derecho de asistencia fui agredida verbalmente por una trabajadora de esta institución al parecer de nombre Carolina “N”. Después de encontrar las actas requeridas, que por cierto me pidió dinero sin un comprobante, y posteriormente para las actas certificadas en dos ocasiones me regresaron unos formatos universales mal hechos hecho a mano e ilegibles en el banco, lo que me es grotesco y agresivo que nos hagan perder el tiempo de esa forma, a lo cual, he reclamado con decencia, y lo único que he ganado de nueva cuenta de insultos y regaños.
Es claro que en esta gente (los servidores públicos) hay complejos y muy grandes, los cuales son canalizados contra la gente, sin pensar en lo que hemos pasado para llegar a sus oficinas a tramitar una formalidad.
Ojalá que Marcelo Ebrard, considere nuestra petición y tome cartas en un asunto tan delicado como es el servicio público que daña la imagen de muchas personas que verdaderamente tiene ganas de trabajar. Rubrica Graciela Rodríguez.

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