miércoles, 15 de enero de 2014

Danza Azteca Mexica

El estado incrédulo ante la creencia prehispánica

Danza azteca un Espectáculo Retomado por Amalia Hernández

Por Miriam Domíguez Ruiz


La danza Azteca ritual que rinde culto a sus deidades entre ellas la naturaleza, sólo fue un mito los sacrificios, los había pero no como lo mencionan en el cine y la televisión, para acabar con la población, pues lo más sagrado fue la vida, dijo Sergio Segura, danzante con más de cinco décadas en la actividad en los alrededores del Zócalo de la Ciudad de México.
La danza Azteca fue una de las prácticas autóctonas de nuestro país, sus practicantes tenían una cultura ideológica religiosa. Actualmente el problema que tiene esta cultura de raíces prehispánicas es que pierde el reconocimiento originario con la pérdida de su pureza de sangre, dando como resultado una sociedad mestiza, es entonces que los hijos desechan lo originario tomando lo que viene de afuera una cultura impuesta a consecuencia el conocimiento ya no se trasmite como tal; el entorno cambiante de la colonización da como resultado una cultura hibridada, dentro de un contexto social en constante transformación, que se fue urbanizado, razón por la cual las danzas mexicas, junto con su ideología religiosa se descontextualizaron, formando otro tipo de danzas fuera de su entorno natural originario; ritual donde se rendía culto a sus deidades, y se veía a la naturaleza como algo sagrado: Es ahora cuando todo el proceso de hibridación oculta la existencia del pasado indígena que no era otro que regenerar los ciclos naturales de producción y alimentación. Fuera de las guerras y el sacrificio queda un gran conocimiento de la tierra y de los astros que concientizan por el respeto y cuidado del planeta. Así como una especialización del arte popular. No obstante, una parte de la actual sociedad y Gobierno Estatal no le de la legitimidad cultura, por el contrario, provoca una falta de credibilidad, discriminación y rechazo al reconocimiento social, a la cual cada cultura tiene derecho. A pesar de que cada cincuenta y dos años se les toma en cuenta con un magno festival;  sin embargo, este sólo es generacional, donde se lleva a cabo una representación la cual llama la atención internacional, pero los años subsiguientes apenas se les menciona e incluso se les excluye de ciertos lugares, no permitiéndoles el paso para sus prácticas, para otros, se ven como si fueran limosneros, en consecuencia sólo unos cuantos tienen espacios establecidos donde realizar su cultura como es el caso del centro histórico y la plaza de Tolsá.
Este ensayo se apoyará en el campo artístico que analiza Bourdieu, en ¿Y quien creó a los creadores?, ya que considero que los Aztecas son artistas tanto en su artesanía como en su espectáculo ritual. Así como en Algunas propiedades del campo del mismo autor, ya que es importante ubicarlos en el campo artístico. También retomo a Kuper, en introducción de guerras de cultura, ya que los aztecas están dentro de nuestra sociedad pero su cultura difiere o como dice Kuper, no es compatible.
A Canclini en “diferente desiguales y desconectados”, el título habla por sí sólo en relación al desarrollo de mi trabajo, por lo cual lo creo importante. Retomaremos al mismo autor en “del mercado a la boutique” para referirme a las artesanías. Por último, a Sousa, por su análisis de la hegemonía actual.   

Tejido de la trama cotidiana
Según Sergio Segura, representante del grupo Ze Mazatl A.C., en entrevista en la explanada del Zócalo de la ciudad de México manifestó que sus ancestros llegaron a la ciudad en el año de 1945, gracias a que uno sus tíos estudiaba en el Conservatorio Nacional,  el cual invito a Amalia Hernández, bailarina de ballet folklórico, a una fiesta patronal del Guerrero, para escuchar las flautas que solían tocar sus familiares, además de ejecutar las danzas ceremoniales tradicionales, y degustar la comida local. Es así como menciona Bourdieu, (2002) que en el arte, las relaciones que se dan entre los agentes culturales son los que dan valor social a la obra en este caso representación artística ritual.
También comentó que la danza azteca para Amalia Hernández, era merecedora de ser un espectáculo artístico regional, por tanto ser mostrada, de modo que los invitó a la ciudad de México, donde se instalaron, esto facilitó que ella comenzara a difundir la danza ritual, gestionando el espacio que hoy ocupan. Es así que Bourdieu (2002), menciona que el valor de la obra se da por los mismos artistas y los agentes envueltos por la producción de la obra, agentes posicionados en el campo artístico, como fue el caso de  Amalia Hernández, que a la vez fue consumidora, ya que es bien sabido que ella viajaba para conocer las danzas regionales de mexicana, las cuales modificaba para realizar  representaciones teatrales, con lo cual tuvo gran éxito alrededor del mundo.
De esta forma, los danzantes hicieron suyo un espacio público en el centro de la ciudad; que según Bourdieu (1990), sí a la autonomía del artista en este caso los danzantes, le añadimos el producto social histórico de su herencia autóctona, es entonces, que lograron reacciones verdaderas, de reflexión en el público, que es lo que realmente exalta al artista a un carácter divino, dando como resultado un valor de autenticidad al producto terminado.
Este carácter divinizado sigue vigente alrededor del mundo; sin embargo, en nuestro país da comienzo una pérdida de credibilidad por el contexto urbano hegemónico que da cambio a la vida moderna y que ofrece nuevos espectáculos masivos como podemos observar a los alrededores de donde se sitúan: palacio de gobierno, símbolos del poder ejecutivo, la Catedral Metropolitana, símbolo de poder eclesiástico, Mac Donals símbolo de industrias hegemónicas, Sears y Liverpool, empresas trasnacionales de poder global, que buscan manejar gran cantidad de distintivos que se imponen en las marcas de moda, es donde los danzantes aztecas se ven como un recuerdo de lo que fue el México antiguo, una representación desconectada y aparentemente desordenada, sólo como representación turística, una atracción teatral informal de decoración, al paso del Turibus del sector turístico del D.F., o de los turistas extranjeros y nacionales que van de visita al zócalo

capitalino, Según Adam Kuper,(2001) una nueva forma de vender cultura.
Sin embargo, siguen siendo representantes del poder de las civilizaciones de nuestro pasado. Un ejemplo, lo encontramos cuando se realiza un mundial de futbol, que se trasmite por TV. Nos muestra la mercadotecnia, imágenes previamente diseñadas para tener estos efectos de nacionalismo que nos revelan a un guerrero azteca, un modelo de fuerza, decisión y coraje, ricamente ataviado para combatir en el campo del juego de pelota; inconsciente de nuestra raíz india; nos imaginamos un futuro de triunfo que nos invitan a convivir en un entorno social que nos identifica. Aunque el objetivo es hacer que nos identifiquemos, no obstante, esto no es más que manipulación de la programación subliminal momentánea de los medios de comunicación; para Sergio Segura, la realidad es otra, ya que cuando se presentan grupos musicales contemporáneos a ellos se les relega, incluso hasta con la fuerza público.

En sus inicios el ritual ceremonial cautivo a público en general, por lo cual, fueron invitados a diferentes partes del mundo como ejemplo a los 19 años de edad, Segura, ya conocía Franca, Japón, Estados Unidos, Inglaterra, por mencionar algunas ciudades, sin embargo, para su padre conocer otras culturas totalmente diferentes a la nuestra, fue fascinante, no obstante tuvo sentimientos encontrados pues, su danza era ritual proveniente del conocimiento de sus ancestros de su cosmovisión a la tierra. Giunta comenta que “pensar en el arte desde la sociología implica considera un campo de tensión en el que se disputan valores materiales y simbólico” (Giunta, 2002:5)

Por tal motivo, aunque  resulte increíble, a pesar de que Segura, viaja al lado de su padre  no  conocía el significado del ritual que esté le heredó, sólo danzaba. En estos viajes Miguel Ángel Hernández, fue la persona que le mostro la filosofía aztecas, por lo cual, comienza a estudiar con sus pocos conocimientos de la lectura, ya que sólo llegó hasta tercer año de primaria, conjuntamente considerándose integrante dentro de un grupo vulnerable, como él mismo se auto llama un -indo pata rajada- no obstante,  a través del tiempo se siente orgulloso de sí mismo pues, conoce el significado de considerase indígena, así como su la historia, tradiciones y costumbres de los Aztecas, nahualtecas; sus semillas prehispánica.

Ahora se considera promotor cultural de las tradiciones aztecas. Visto que él considera  que de 1979 a 1985, había muy poco conocimiento de la filosofía azteca en México, por  consiguiente los grupos que surgieron en ese momento se dedicaron a hacer difusión seria, al día de hoy se reflexiona en la magnitud con que se han incrementado los grupos de danza azteca. Relata que la concentración de los demás calpullis son de Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Distrito Federal, hasta de Chicago, Estados Unidos de Norte América, Argentino, Chile y Japón,  todos se reúnen con un propósito estudiar la historia azteca y sus rituales.
 
Declara que la danza en otros países es más importante que en su nación, ya que gente del mundo en la actualidad está en busca de la paz espiritual, así como de un despertar psíquico, y como representa a Cuauhtémoc Mocte Quiz Mac, ayuda a otros a través de la danza a encontrarse, según sus palabras tiene la finalidad de despertar la fortaleza del guerrero que llevamos dentro, considerándose como un eslabón de la mexicanidad.

Por otro lado, los grupos se mantienen unidos y conectados en diversos centros culturales al los cuales llama: calpullis, ubicados en Velódromo, Nezahualcóyotl y San Antonio, cabe indicar que existen más comunidades que no mencionó, donde él es talyecantli o guía, pero no gobernante. Al igual que en la antigüedad se siguen uniendo diferentes comunidades mexicas, como ejemplo mencionó a los huicholes, otomíes, tlaxcaltecas, entre otros, por razón de realizar diversas actividades y elaboración especializada en arte popular mal llamado artesanía, a fin de que sigan existiendo sus comunidades.

En sí la danza menciona, se ha convertido en su vida y espíritu comunal, vale la pena decir que tanto él como muchos del grupo son nahua hablante por herencia, hace hincapié, por tal, nunca entramos a esta cultura, sino ya estábamos dentro de ella porque de ella provenimos; su padre, si bien no le enseño el significado del ritual, mismo que después tuvo que averiguar y aprender, pero sí le  enseño las tradiciones de sus antepasados que ahora las sigue. Por tanto, ha llegado a comprender lo que su padre sentía, en consecuencia todo aquel que ingresa se adapta a sus reglas del culto.

Dado que el tiempo transcurre rápidamente México se fue transformando desde que llegó, no se percató en la transformación de su entorno, ya que sólo se dedicó a sacar a su comunidad adelante, por lo cual,  cuando se dio cuenta ya había pasado el tiempo y sólo hasta que le afectaron las nuevas políticas institucionales, es entonces, que a fuerza de su poder, las autoridades gubernamentales, los retiran de sus espacios en la vía pública tratándolos como pordioseros, sin darse cuenta de toda la simbología del rito, dándole prioridad a grupos o eventos sociales contemporáneos nacionales como internacionales, siendo que los verdaderos aztecas sus ancestros ocuparon estos espacios, desde antes de la colonia para realización de sus rituales religiosos y sus actividades de comercio. Hoy día se queja ya que se  le da prioridad a grupos contemporáneos ejemplos de ello: Shakira, Justin Bieber, Chayanne, Miguel Bose, Paul Mccartney, entre otros, es entonces cuando “las culturas no son compatibles” según menciona (kuper, 2001:19), se ve discriminada su cultura, dando como resultado la exclusión constante de los lugares representativos de su saber, situación que afecta su entorno laboral y por tanto económico hasta la actualidad.

No obstante, es una cultural que se ha negado a morir pasando sus saberes de una generación a otra, conocimientos con base en la gran diversidad de culto que alberga nuestro país, con una producción artesanal comercial que da un valor de símbolo según Canclini, vinculado a sus rituales actos particulares que ocurren en una sociedad que le dan sentido a su vida, que se convierte a un valor de cambio valor signo al venderlo como espectáculo o en el caso artesanía cambio su significado al pasar de un sistema cultural al otro, cambiando quizás como ornamento para su nueva función, ”abarcando el conjunto de procesos sociales de producción circulación y consumo de la significación en la vida social.” (Canclini, 2006:34)

Sin embargo, a pesar que sus artesanías en la actualidad ya son de las pocas representativas de nuestro país, debido a que el mercado chino entra con mucha facilidad, trayendo consigo copias de la artesanía que en un principio era propias de lo nuestro y ahora son elaboradas en series de forma industrial, por estos, que además dejan mucho que desear. Su arte se ha mantenido como menciona Sally Prince, en el uso de herramientas lo cual se le denomina “arte de las sociedades sin clase” (Sally Prince, 1993:16), donde se incluyen los rituales visión euro centrista que afecta en la sociedad y no se le da un autentico valor.

Es entonces que cuando hablamos de arte popular según Bourdieu, (1989) las construcciones sociales del contexto donde son producidas nos remontan a una identidad territorial ligada a procesos de auto consumo por el valor de uso referente al ciclo agrícola. Sin embargo, entre los  danzantes aztecas hay una pérdida del contexto social, lo cual el mercado hegemónico aprovecha desplazando la artesanía a la boutique, donde la artesanía ya no es exclusiva de estos grupos, sino que ahora es exhibida en grandes aparadores, de galerías o en supermercados donde la artesanía es comprada al mínimo y vendida al triple, así pues, los aztecas es un grupo en resistencia que se niega a ser explotados por tanto prefieren competir con estas empresas y seguir como hasta ahora vendiendo su mercancía en espacios  públicos.     

Cosmovisión
En la actualidad perteneciente al Barrio Bravo de Tepito; Segura, se refiere que para la organización del trabajo comunal se apoya de tres capitanes, un regidor, una Sahumadora, un caracolero guerrero o conchero y los danzantes, mismos que están comprometidos y tienen una gran responsabilidad para representar su ideología, a la comunidad indígena y la sociedad, puesto que su cultura se presenta según Canclini, como un “proceso social donde se produce, circula y se consume en la historia social.” (Caclini, 2006: 34)

Teniendo en cuenta a lo anterior el culto inicia con la participación del Caracolero, al hacer sonar su caracol marino, que se escucha como trompeta, por su resonancia grave y profunda; el signo, al igual que el sonido de los tambores y el olor a incienso o copal de la Sahumadora, todos al unísono le dan forma y significado al ritual, que da como resultado el significante que es la representación del contexto para adorar los dioses los cuales son: Cuauhpilli (Guerrero águila), Ocelopipiltin (Guerrero jaguar), Quachicqueh (Guerrero rapado), Tequihua (Guerrero Flecha), Tlamani (plebeyo) y el Tlacochcalcatl (guardian de las armas). (Idem)

La identidad a través del vestuario
Según Canclini, (2006) estas son como camisas de piel, opcionales pero no ineludible, a medida que en el trabajo se desenvuelven procesos de significación en una incorporación entre lo social y lo cultural, es el caso del vestuario que se utiliza para las ceremonias dice Sergio Segura, que son diseñadas por ellos mismos, para ello, siguen existiendo instituciones como el Telpochcalli, el Cuicacalli y el Calmecac, que en ningún momento dejaron a un lado las artes populares, así como los escritos por las órdenes de los franciscanos, agustinos y dominicos, quienes registraron las costumbres, tradiciones, creencias y formas de vida de los antiguos pobladores; es por eso, que para mejorar los detalles del vestido se consultan dichos los códices aztecas, los Borbónicos, que son manuscritos escritos por sacerdotes antes de la conquista y que se conservan en la Asamblea de Nacional en París, el Boturini o onocida como “tira de peregrinación”, el documento desaparecido que también se le conocía como “Códice X”, el Mendocino, creado 20 años después de la conquista, también se puede encontrar información el Código Florentino, creado por Francisco Bernardino de Sahagún, entre otros textos. 2013, diciembre. Disponible en http://www.todolibroantiguo.es/libros-raros/codices-aztecas-codex-boturini-mendoza-florentino-magliabechiano-tira-peregrinacion.html
 
Luego les siguen los accesorios del vestuario explica Sergio Segura, que se utilizará en las cultos,  donde uno de los tres capitanes esta como responsable de cuidar y mantener en orden de los atuendos que utilizarán, los cuales se conforman de los copillis, ayototes que significa copil o copilli, (penacho) símbolo del sol, de una deidad, de alta jerarquía y conocimiento que también proviene del  nombre de un príncipe azteca, también llamado Copil Tlaciuhque de Tezcaltepetl; también es una corona de oro, con plumas de quetzal que simboliza el origen real, la sangre real, la corona real que une lo terrestre con lo celeste.

Otros accesorios complementarios son los instrumentos musicales como los coyollis  o ayoyotls, que su significado es cascabel azteca o huesos de fraile, el cual viene siendo un conjunto de nueces huecas, unidas a una bases de piel o tela para que se puedan amarrar en los tobillos o en las muñecas del danzante o del músico, su sonido se parece al de una serpiente de cascabel y al de la lluvia, representan a las deidades azteca siendo símbolo de protección.

Las mujeres son el símbolo máximo manifiesta Sergio Segura, ya que son dadoras de vida, así como la tierra, por lo cual su vestimenta también contiene gran significado como el huipil quechquemitl, cuetle y cotontle, con dibujos, grecas y pintura, con elementos naturales, en el nos dice su jerarquía. El elemento distintivo son las plumas que pueden ser de águila, guacamaya, faisán y cóndor, en la antigüedad era del ave quetzal, que simbolizan libertad y  representan al sol y sus destellos.

La función de la Sahumadora, es la que porta un sahumerio o sahumador que es un  brasero el cual tiene como finalidad  durante las procesiones religiosas purificar, el cual lleva carbón, copal e incienso, según sus creencias, ayuda a bajar al espíritu santo y así estar en paz con dios al momento de danzar.

Ya que la simbiótica de la danza azteca –reveló- segura, que cada movimiento en la coreografía del ritual tiene un connotación especifica: las sentadillas y movimientos serpentinos simbolizan la fertilidad, los pasos asentados en el suelo a la tierra y la siembra, las vueltas al aire al espíritu, los pasos avanzados y retrocedidos al fuego, así como los pasos zigzagueantes al agua. Todo está relacionado con los cuatro elementos fundamentales agua, fuego, viento, tierra ya que estas a su vez figuran en la cultura mexica las cuatro direcciones. Norte, Sur, Este y Oeste. Según Boudieu (2002:225), “la sociología explica el consumo cultural pero no puede explicar su producción donde el creador tiene un espacio sagrado donde realiza su producción de valor y de creencia, si se toma en cuenta el espacio de los productores y consumidores se da por hecho que los consumidores aceptan el valor simbólico de la creencia” Lo cual lo apreciamos por el gusto de la gente que acude a verlos participa en su ritual y compra su artesanía.  
 
sin embargo las culturas actuales  se muestran cambiante encuentran entre los social y universal según menciona Canclini, unidas  a la imposición mercantil tan sutil que suelen tomar estereotipos, pasando por la concepción social a la universal debido al bombardeó de la mercadotecnia y el acercamiento que logra una hegemonía a través de los medios de comunicación y las tic,  “las cuales más que resolver problemas sociales y culturales pone en evidencia, las dificultades que persisten cuando se quiere articular diferencias, desigualdades y procedimientos de inclusión o exclusión”. (Canclini, 2006:43)

Sousa (2006) menciona que necesitamos una nueva forma de generar conocimiento, científico social entre Norte, Sur, Oriente y Occidente; e intentar unir los puntos cardinales como lo vienen realizando estos grupos que se unen de diferentes culturas autóctonas del país, a través de la danza fuera de lo que fue el sacrificio humano, así el multiculturalismo de las ciudades como de los pueblos indígenas  dan muestra de que nosotros la mayoría debemos insistir en eliminar la rivalidad, que tienen Norte y Occidente para negar la validez o la existencia misma de los conocimientos populares, para transformarlos en materia prima para el desarrollo del conocimiento científico. 

 Sousa (2006) también hace mención la producción capitalista que determina la productividad del trabajo y el capital dejando atrás el potencial de la tierra, así la productividad de la misma no es tratada en un ciclo de producción como lo harían los campesinos, porque para ellos la tierra es productiva durante un año al año siguiente se le deja descansar, y así de forma consecutiva. Estos conocimientos de la tierra la tiene esta cultura mexica, no obstante se está perdiendo ya que su entorno natural ya no existe  por tanto es importante rescatarla.  Aunque esta lógica productiva no cuenta para la cultura occidental, no obstante, existe desde hace casi cien años dando resultados de forma efectiva. Es entonces  que si queremos revirar la delicada situación ambiental tendremos que transformar el pensamiento, hacer que las experiencias que ya existen pero son invisibles o no creíbles sean aprovechadas. Donde el saber científico pueda dialogar con el saber popular.

Al realizar este reporte puedo concluir que es cierto que los aztecas realizaban ceremonias desde antes de la colonia prueba de ello son los danzantes encontrados en glifos, también es cierto que los aztecas tenían en el Templo Mayor, un centro ceremonial y que hubo hibridación con la conquista; pero también notamos que los danzantes aztecas, llegaron como espectáculo artístico regional en 1945, a la fecha se ha vuelto representativo como menciona Bourdieu (2002), un espectáculo que cautiva al mundo y ha sobrevivido en el imaginario colectivo que se fortaleció con el conocimiento  anacrónico, pero su problema radica en menciona  De Certeau, (1999) la faltan de narraciones que al no tenerla ocasiona perdida de su espacio ya que sus integrantes ha ido creciendo por la migración debido al nulo apoyo gubernamental al campo, a consecuencia sus integrantes son descendientes directos autóctonas que al llegar a la ciudad también busca como en al antigüedad a un dirigente Cuauhtémoc, representado por Segura, dando fortaleza al imaginario de lo que fue la antigua Tenochtitlán por ello ha crecido el grupo, por tanto es importante seguir investigando porque como dice Sousa (2006) estas pequeñas comunidades tienen mucho conocimiento en cuanto a la tierra su ciclos, así como su cuidado, como conocimientos de nuestro pasado autóctona como es el caso de la gastronomía, tema que no se tocó por considerarlo fuera del discurso. Pero nula educación occidental, me refiero a que no saben cómo transmitir de forma escrita sus conocimientos, a pesar de que cuentan con varios centros culturales, los cuales utilizan para impartir y prepararse en cuanto a los saberes aztecas así como la elaboración artesanal, pero están olivando una parte importante sus raíces que ante la pérdida del discurso, tiene la pérdida de sus espacios, debido que la hegemonía realiza cambios y se apropia de estos lugares, relegándolos a las orilla, así su cambiante contexto urbano pide nuevas formas representativas, por ello es importante realizar una labor de recopilación de saberes y gestiona su cultura para recuperar sus saberes, darlos a conocer a través de foros y conferencias, también podemos gestionar proyectos de huertos en azoteas y paredes, parque y jardines donde su saber es bueno.



FUENTES:

v Bourdieu, Pierre. “¿Y quién creo a los creadores? En sociedad y cultura. México, Grijalbo, CONACULTA, 1990:167-168.

v Bourdieu, Pierre, “¿Y quién creó a los creadores?” En Sociología y Cultura. México, Grijalbo, CONACULTA, 2002. pp. 225 – 238.

v  Bourdieu, Pierre, “Algunas propiedades de los campos” en Sociología y Cultura. México, Grijalbo, CONACULTA, 2002. pp. 135 – 141.

v García Calclini Nestor, 2006. Diferentes desiguales y desconectados; Mapas de la interculturalidad. Editorial Gedisa S.A, pp 29-43.

v García Canclini, Néstor, “Del mercado a la Boutique” Las Culturas populares en el capitalismo. Grijalbo, pp. 155-180.

v García Calclini Nestor, 2002. Introducción a la cultura de Pierre Bourdieu.

v Giunta, Andrea, 2002. Arte, sociología del, en Carlos Altamirano (director), Términos críticos de sociología de la cultura. Buenos Aires, Paidós.  

v Kuper. Adam, 2001. “Introducción guerras de cultura”,  en Cultura, Barcelona, Paidos Básica, pp 19-38.

v Sousa Santos, Boaventura, 2006.  La Sociología de las Ausencias y la Sociología de las Emergencias: para una ecología de saberes, publicaciones Buenos Aire Clacso.

v Price, Sally, 1993. Arte primitivo en tierra civilizada, Editorial Siglo XXI editores.

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