lunes, 6 de noviembre de 2017

Ciencia


LO BUENO Y LO MALO DE LOS SISMOS

Por Fís. José Alejandro Dosal Luce

La actividad sísmica nos tiene siempre en ascua o angustia, debido a las consecuencias que conlleva dicha actividad, sin embargo, es pertinente profundizar sobre este tema con mayor seriedad y decisión, ya que dicha actividad siempre nos acompañará al menos durante un tiempo que se antoja bastante prolongado.

Para empezar, el título desconcierta, ya que surge la pregunta ¿qué puede tener de bueno un sismo o terremoto?; la respuesta es “bastante” pero para ello hay que explicar cómo funcionan los planetas que albergan vida como el nuestro, qué aunque no tenemos aún información de vida en otros planetas, sería muy egocéntrico pensar que somos los únicos en un Universo tan vasto e infinito.

Podemos hacer una lista no pequeña de factores indispensables para la vida, y entre ellos se encuentra de manera indiscutible de que dicho planeta posea un campo magnético propio, ya que ello permite que exista una “magnetósfera planetaria”, que es el primer escudo que protege al planeta de la radiación cósmica primaria, viento solar y eyecciones coronales; la primera  son protones que viajan con una velocidad cercana a la de la luz por lo que son partículas muy energéticas que si nos alcanzaran directamente, inmediatamente generarían un desorden metabólico celular causándonos cáncer; el  “viento solar” son masas de partículas ionizadas de diferentes elemento químicos que viajan a una cierta velocidad,y que si no estuviera presente la magnetósfera, arrastraría la atmósfera terrestre hacia el espacio exterior y la dejaría enrarecida, como sucedió con el planeta Marte, que al ya no poseer campo magnético su atmósfera es muy tenue, y las eyecciones coronales, que son grandes masas lanzadas por los agujeros de la corona del Sol cuando nuestra estrella local se encuentra en gran actividad, produciendo las manchas solares que aparecen y desaparecen periódicamente, que tardan en llegar a la Tierra cuando son lanzadas en nuestra dirección, unos cuatro días, y que al llegar a la magnetósfera terrestre, la deforman, y viajan a lo largo de las líneas de campo de la misma, para penetrar una pequeña cantidad de material ionizado por la cola de la magnetósfera y penetrar por los polos creando así las hermosas auroras boreales y australes; si estas eyecciones llegaran de lleno al planeta, trastornaría a todos los satélites y las comunicaciones.Así que, gracias al campo magnético terrestre, no nos da cáncer de manera masiva, tenemos una atmósfera qué respirar y nos hemos librado de grandes tormentas eléctricas atmosféricas que nos electrocutarían de repente.

La actividad sísmica del planeta Tierra, está relacionada con la existencia del campo magnético de la misma, ya que la Tierra es “un ser vivo”, y como tal, tiene necesidades; entre sus necesidades, se encuentran un conjunto de movimientos muy complejos en su interior, ya que su núcleo interno es sólido, pero existe un segundo núcleo que rodea al primero, de hierro derretido y ionizado, que gira en torno al primero, haciendo que se genere un gran electroimán planetario, causante del campo magnético terrestre; el movimiento del núcleo líquido está relacionado con las corrientes de convección del magma, en donde unas corrientes son levógiras y otras dextrógiras, que hacen que algunas placas tectónicas se alejen y otras se acerquen, generando fracturas continentales y en los fondos marinos, y ocasionando que otras placas se metan debajo de otras, llamadas “zonas de subducción”; así, de esta manera, con esta dinámica interna del planeta, se forman nuevas montañas, desaparecen otras, y la superficie terrestre experimenta de manera continua cambios, que si bien es cierto son “cuasiestáticos” y muy lentos, son permanentes.

Después de este análisis, nos percatamos que la “actividad sísmica” es “más la vida que da que la que quita”, y que la que quita, no la quita directamente, sino indirectamente, es decir, salvo en los casos en los que la corteza se abre y se traga lo que ahí se encuentra. En los demás casos, lo que mata es lo que el hombre construyó y mal, como son casas, edificios, bardas, puentes, postes, etc., por lo que, de aquí en adelante, con la experiencia que se ha tenido con los sismos del planeta Tierra, los cuales para ella como dice Isaac Asimov, son “nimios e insignificantes”, en cambio para nosotros son mayúsculos, por todo lo que nos puede caer encima, debemos construir con conocimiento, sabiduría, sin soberbia, sin ambición, evitando a toda costa “la corrupción” y la ignorancia.

Ya existen proyectos de construcción antisísmicos, con formas esféricas y modulares, que evitarían que las construcciones se caigan, y la ingeniería anti sismos ha avanzado lo suficiente para lograr grandes edificaciones seguras, sólo que sí hay que seguir las indicaciones pertinentes, aunque obviamente en la mayoría de los casos resulten más costosas.

Si viviéramos en una choza o en una tienda de campaña, cuando temblara nuestra angustia sería mucho menor que lo que ahora estamos viviendo, en donde de una manera muy triste, han perdido la vida seres vivos  humanos y animales, cambiando la vida de los que los rodean para siempre.Se debe tener una cultura de prevención permanente y consistente, que permita a la población en general, tener presente rutas de evacuación, maletines con lo indispensable para emergencias, copias de documentos importantes en diferentes lugares, llaves de salida a la mano o en la puerta, etc., ya que no son predecibles los sismos, por lo que nunca se sabe en qué momento puedan surgir.

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