Sheinbaum y su Estado que padece síndrome de “jovenofobia”
*** Sin ton, ni son, parásitos policiacos arremeten en
contra de supuestos “jóvenes del mal”
*** Por enésima ocasión, elementos de la SSC-CDMX,
atentan contra familiares del destacado periodista y Doctor en Derecho Juan
Carlos Martínez Nava
BLAS A. BUENDÍA *
Continúan los ataques de elementos de la Secretaría de
Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) que dirige Pablo Vázquez
Camacho, Comisario General contra familiares y amigos del periodista Juan
Carlos Martínez Nava, ahora tocó el turno a uno de sus sobrinos, a quien
detuvieron y torturaron para que se inculpara del delito de robo.
Las represalias se hacen presentes cuando detienen a uno
de sus sobrinos fuera de su domicilio, según, por el supuesto delito de “robo”,
lo cual fue totalmente falso.
Sin embargo, “en el supuesto sin conceder, de ser
culpable del delito”, el protocolo establecido en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, Tratados Internacionales, el Código Penal, y el
Código Nacional de Procedimientos Penales, establece que los sujetos
presuntamente cometa un delito, deben ser trasladados a la Agencia del
Ministerio Público más cercano de su jurisdicción donde supuestamente fue el
delito, y no a callejones del Centro Histórico de la Ciudad de México, para
torturarlo y sistémicamente acusarlo de un delito que no corresponde a la
realidad.
Tal como sucedió con un joven de la localidad de nombre
“kevin” de 20 años edad, quien fue acusado de “robo con violencia, mano armada,
droga y delincuencia organizada (cometido por más de tres personas) y lo que
resulte”, lo cual de nueva cuenta la existencia de fabricación de delitos.
Lo más relevante del caso que el joven detenido por
elementos del Sector Asturias, es que de igual manera torturaron y golpearon
brutalmente hasta el cansancio, dejando secuelas de su hospitalización, con
daños en los riñones, por lo que requiere ahora de ser dializado.
Es evidente que cualquier joven que sea su condición
económica, cultural, social, geográfico y psicológica, pueda ser detenido
circulando por la vía pública y ser torturado por estos elementos de la
Secretaría de Seguridad Pública de esta gran urbe; es evidente la existencia de
los fenómenos de “jovenofobia” o “neofobia juvenil”, sobre contra la generación
Z.
Cuáles son las causas por la cuales estas autoridades de
manera constante atacan a los jóvenes: miedo a la energía o vitalidad de los
adolescente o jóvenes, aversión a la música, la moda o la cultura juvenil (no
apta para veteranos), prejuicios o discriminación, miedo a la pérdida de
autoridad control frente a los jóvenes.
Pero, ¿cuáles pudieran ser las causas que los jóvenes se
estén comportando de manera diferente y que la propia autoridad ni en lo más
mínimo se ha dado cuenta?: cambios sociales o culturales que pueden generar
ansiedad, inseguridad, experiencias negativas o traumáticas.
Por ejemplo, las detenciones ilegales a sus seres más
queridos, torturas, consignaciones ilegales, fabricación de delitos, abuso de
autoridad, la falta de credibilidad de un hecho, autoridades coludidas con el
Estado, sobre todo con el Ministerio Público, el asesinato de un ser querido y
no poder hacer nada.
Lo primordial del Estado es educarlos y sensibilizarlos
para ayudarlos, para entender y apreciar la diversidad y complejidad de los
jóvenes, no sólo son golpes físicos y psicológicos (torturas), consignaciones,
sino una secuela crítica.
¿Cuál podría ser el tratamiento? Primero, contar con
autoridades más competentes, conocedoras de los derechos humanos sobre todo en
atención a los jóvenes, ayuda psicológica en vez de consignaciones y sobre
todos, alejadas de las mentiras, la fabricación de delitos, terapia cognitiva
para cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos, terapia de
exposición para ayudar a la persona a enfrentar sus miedos de manera gradual y
segura.
Antecedentes
Es importante destacar que el comunicólogo mexicano y
Doctor en Derecho Juan Carlos Martínez Nava, después de haber realizado varias
denuncias ante la Comisión de Derechos de Humanos de la Gran Ciudad de México,
Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX), Fiscalía
para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos (FSP) de
la Fiscalía General de Justicia de esta ciudad, (FGJ-CDMX) contra elementos de
la Secretaría de Seguridad Ciudadana, entre otras, lo gravoso del caso es que
han dejado de acatar las órdenes de sus superiores, de acercarse a su familia y
domicilio, se rigen por sí mismos, violentado todos lo establecido en la Carta
Federal y Tratados Internacionales.
Así es que, si el Estado padece el síndrome de “jovenofobia”
o “neofobia juvenil”, está obligado a investigar de manera profunda cada asunto
tratándose de elementos de la SCC, verificando la existencia de violaciones
procesales y de derechos humanos, todos los anteriores así como el acoso, de
continuar con estos actos aberrante, deberá pagar por Omisión o por Acción, los
daños y perjuicios a niños, adolescentes, jóvenes, periodista, luchadores
sociales, cantidades que duela para impedir que continúen.
Por lo mientras, sin ton, ni son, los parásitos
policiacos siguen arremetiendo en contra de supuestos “jóvenes del mal”.
Reportero Free Lance *
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
filtrodedatospoliticos@gmail.com
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