jueves, 22 de julio de 2021

Asesinato de Manuel Buendia

 
Asesinatos políticos de Estado
 
· Los del periodista Manuel Buendía y el del Magistrado Abraham Polo Uscanga,  conmocionaron  la vida nacional de México
 
· Abogados penalistas, decididos guiar al Ejecutivo federal para encarcelar a narco-políticos
 
· ¿Quién mató a Buendía?
 
Blas A. Buendía
Reportero Free Lance
(Cortesía)
 
Editor Karlos Novo
El Corredor Informativo
 
Connotados abogados penalistas manifestaron su amplia decisión para “llevar de la mano” al Ejecutivo federal para combatir el flagelo cancerígeno que representa el narcotráfico y relacionaron que fuerzas oscuras de los barones de estupefacientes, están detrás de las narco-ejecuciones con tintes de Estado, del reconocido periodista Manuel Buendía Tellezgirón y del Magistrado Abraham Polo Uscanga, en un margen de once años de distancia.
La Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C., aseguró que esos homicidios, tampoco debidamente aclarados, están conectados con otras desgracias; ya no al gremio del periodismo y de la abogacía, fueron las peores desgracias que haya vivido México desde hace 40 años.
El respetado penalista Alberto Woolrich Ortiz, dijo que “el proditorio homicidio calificado cometido en la persona del periodista Don Manuel Buendía aquella tarde (30 de mayo de 1985), en la Zona Rosa, conmocionó al gremio del periodismo en la fecha de su ejecución, la investigación perpetrada con el fin de dar con el responsable sigue siendo un fiasco por la fabricación de demostrativas a fin de implicar a uno que otro inocente, dejando en completa impunidad al narco-político responsable de ello”.
Empero, dijo: “Los verdaderos homicidas materiales actuaron sabedores de su impunidad, actuaron con confianza para eliminar a un periodista que estorbaba los designios de la narco-política incipiente de aquel entonces, como incipiente lo era el personaje responsable de ello”.
Y refirió: “Todos recordamos también el homicidio posterior en la persona del dignísimo Magistrado Abraham Polo Uscanga, propietario de una verdad muy ligada con la corrupción que denunciaba. Corrupción de la cual se percató siendo alto funcionario de la Procuraduría de Justicia de la ciudad capital”.
Sin embargo, dejó entrever el cuestionameinto: “¿A caso será que existe una liga entre ellos?”
Sentenció: “¡Desde luego! La muerte de Abraham Polo Uscanga (19 de junio de 1995), se debió al hecho de atar cabos posteriores a la detención de Rafael Moro Ávila, sobrino nieto del Señor Presidente de la República Don Manuel Ávila Camacho.
“Los homicidios efectuados en aquellas épocas –relató- nos demuestran, sin equívoco alguno, que a la incipiente narco-política no se le iba a paralizar en mentes para asesinar al que se atreviera a tratar de investigarla”.
No vaciló también en advertir: “Seguramente esos homicidios, tampoco debidamente aclarados, están conectados con otras desgracias; ya no al gremio del periodismo y de la abogacía, desgracias a México”.
Dijo que el documental exhibido por NETFLIX, a partir del día 14 de julio (2021), “va a permitir aperturar la caja de pandora, va a permitir exhibir que los buenos no fueron buenos y que los malos no fueron malos. Intelligenti pauca”.
Es decir, Intelligenti pauca es una locución latina que significa literalmente "al inteligente pocas cosas", esto es, que al inteligente le son necesarios pocos datos para entender una determinada situación o que la persona inteligente comprende las cosas enseguida.
Para el también presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C., “desgraciadamente las indagatorias de aquellos asuntos, fueron manejadas por intereses obscuros de corrupción, por incipientes intereses de narco-política, a quien estoy cierto no les tembló la mano para incriminar a inocentes a fin de encubrir a responsables.
“Quieren un dato –formuló a todos esos agentes de poder que han callado-: ahí está el rancho del Estado de Veracruz, a los investigadores de mañana se les deja la tarea. En ese rancho se almacenaba cocaína, constancia de ello se encuentra en la indagatoria que el Fiscal General de la República no ha querido investigar por tratarse de narco-política”.
Y urgió: “Ya es tiempo que se llegue a fondo en asuntos en los que está involucrado el narco-político más poderoso de la historia jurídica nacional, toda vez que desde hace ya muchos años, la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, no sólo lo ha denunciado, sino lo probará”.
Manifestó: “Queda en manos del Primer Magistrado de la Nación Andrés Manuel López Obrador, desentrañar el misterio de los ranchos de Veracruz y si él lo ignora, de la mano lo guiamos y con ello encarcelamos al narco-político acusado desde tiempo atrás. Esa es la opción para limpiar a México. Caiga el que sea responsable, esa deberá ser la consigna de su Cuarta Transformación en el complicado y a la vez clarísimo caso de la narco-política. ¡Es cuanto…!”, puntualizó el licenciado Alberto Woolrich Ortiz.
El 30 de mayo de 1984, cobardemente un sicario disparó en cuatro ocasiones a la espalda del influyente periodista michoacano Manuel Buendía Tellezgirón -autor de la columna política Red Privada-, seis días antes de que cumpliera 68 años de edad. Su homicidio de Estado, lleva 37 años sin clarificarse a plenitud, a pesar de los personajes que fueron detenidos y encarcelados en su momento.
Once años después, el 19 de junio de 1995, el Magistrado penalista veracruzano Abraham Polo Uscanga, también fue abatido por el crimen organizado, 30 días después de haber cumplido 60 años de edad. A 26 años de este otro incalificable crimen de Estado, el homicidio ha quedado en la completa impunidad.



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