El modelo ideal de juez
*** No hay justicia perfecta sin jueces perfectos*** Cambio a la Reforma Judicial
Los exámenes de oposición, como cualquier otra carrera
profesional, en Derecho se busca a los grandes talentos para determinar el
modelo ideal de juez, del impartidor de justicia excelente.
En universidades y Colegios de Abogados, se conoce muy
bien que sí existe el juez con códigos éticos, cautos, calificado con alto
criterio de prudencia y escrupulosamente incorruptible.
En este contexto para la Primera Magistrada de la Nación,
en estas horas, le sería de utilidad el escuchar el parecer democrático del Colegio
Nacional de Abogados Foro de México, A.C., relacionado con un tema apasionante:
La Justicia.
Desde el nacimiento de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, existe la preocupación fundamental por la justicia,
por el gran beneficio que acarrea a nuestra Patria, por los componentes éticos
y morales contenidos en su espíritu y articulado, por las diferentes tesis y
programas que a través de todos los gobiernos se han dado, discutido y
aplicado.
De todo este conjuro surge un concepto diferente: el
Derecho, el cual consiste en el perfecto cumplimiento de los deberes de
gobernantes y gobernados para con México, ellos deben ser cumplidos a cabalidad
cuando, en cada caso, se combine la mayor utilidad para el Estado y ese fruto
genere el menor daño posible para la
Nación, así como, el mayor bien para la República, con la menor molestia
para el gobernado.
En este proceso vivo de fina y contundente dialéctica, se
forman los jueces. No hay justicia perfecta sin jueces perfectos.
La Reforma Judicial a efecto de obtener jueces,
magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por
elección popular, expone a México y al Derecho a un doble riesgo: el de
evaporar a la justicia, mediante resoluciones emitidas por condescendencias con
la autoridad, no denigrándola, mediante sentencias “a modo” dictadas con
técnicas banales e inconsistencias jurídicas —en pocas palabras, jueces de
consigna—.
Con estas contundentes afirmaciones, el Foro
Independiente de la República, habría que apoyarlas sosteniendo una decidida y
firme vocación al cambio de ruta de esa estropeada reforma, en donde quienes la
ejerzan y la apliquen, por principio de cuentas conozcan a la perfección el
Derecho y, no solo digan saberlo.
Ese cambio a la referida reforma, traería como
consecuencia que nuestros impartidores de justicia lleven implícito en los
ribetes de su toga, la firme decisión de otorgar justicia, a quien ésta asista
y no a la que al Estado le convenga, esa justicia debe de impartirse sin más influencia
que la propia convicción y responsabilidad de aplicar el Derecho conllevando
con ello a que en México se imparta una justicia independiente.
Se debe pensar que el impartidor de justicia no puede ser
otra cosa que un guardián del Derecho, no
interesando que el Estado lo someta a caprichos insanos e innecesarios
para la justicia.
Y como siempre resaltará la duda: ¿No hay justicia
perfecta sin jueces perfectos? Habría que hacer un recuento finalmente.
"¡Es cuanto!", precisó la Academia de Derecho
Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., que preside el
abogado penalista Alberto Woolrich Ortiz.
Reportero Free Lance *Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
filtrodedatospoliticos@gmail.com
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