lunes, 10 de noviembre de 2025

Si hizo justicia en la nueva tranformación Judicial: Karl Novo

Cuando la justicia alcanza al poder del volante

 
Por Karl-os Novo
 
Tuvieron que pasar más de seis años para que el apellido de una mujer común, María Inés Ponce, volviera a pronunciarse con dignidad en los pasillos de la justicia mexicana. La anciana, atropellada el 28 de agosto de 2017 en las calles de Álvaro Obregón, murió víctima no solo de la imprudencia de un conductor, sino del largo y desgastante silencio que suele acompañar a quienes enfrentan a las grandes empresas del transporte.
El Séptimo Tribunal Colegiado de Circuito en materia Civil del Primer Circuito resolvió de forma definitiva: la empresa Autobuses México–Toluca–Zinacantepec y Ramales S.A. de C.V., perteneciente al grupo empresarial de los hermanos Alcántara —ligados al poderoso Grupo Atlacomulco—, deberá pagar 13 millones de pesos por responsabilidad civil objetiva, daño moral e intereses moratorios a los familiares de la víctima.
La resolución judicial confirma lo que durante años fue evidente: la falta de pericia y de protocolos de seguridad por parte de los operadores de transporte público puede tener consecuencias irreparables. La vida de una persona no se mide en cifras, pero en un país donde la impunidad al volante es casi cotidiana, este fallo representa un precedente que devuelve un poco de fe en el sistema judicial.
Los abogados de los deudos han señalado con justa indignación que la empresa se mostró inhumana e irresponsable, negándose a reparar el daño incluso antes de iniciar la contienda legal. Una postura cínica, considerando la magnitud de sus inversiones en transporte y aviación. Pero así son muchos gigantes del sector: cuando la tragedia los alcanza, intentan esconderse tras el blindaje de sus corporativos.
Hoy, la sentencia a favor de la familia Ponce Gómez no borra el dolor, pero reivindica la memoria de una mujer que caminaba tranquilamente por su colonia y fue arrollada por el descuido. También deja una lección para los empresarios que mueven miles de pasajeros cada día: el volante no solo carga con vidas, también con la responsabilidad moral y civil de cuidarlas.
La justicia llegó tarde, pero llegó. Y eso, en México, ya es noticia.

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