martes, 8 de mayo de 2012


JORGE NÁJERA CONDUCE LA LUZ Y EL MOVIMIENTO COMO FUSIÓN ESTÉTICA A SUS VORÁGINES DE JUEGOS VISUALES, MÚSICA, COLORES, VIBRACIONES, COSMOLOGÍAS, ESPACIOS Y EMOCIONES, SOSTENIDOS EN ALEGRES UNICIDADES QUE LO MISMO NOS DISPARAN A LA INMENSIDAD DEL TODO QUE A LOS INTERROGANTES SIN RESPUESTA DE LA  NADA

 
Jorge Nájera, joven artista norteño, ha logrado despertar, entre sus observadores, una curiosidad hacia sus inquietos cuadros;  mismos, que próximamente se presentarán en dos galerías de las colonias Roma y Narvarte. ¿Y por qué precisamente inquietos? Porque no se están quietos, ya que de acuerdo a sus críticos, no tienen ni principio ni fin;  jamás se encuentran estáticos;  y su misteriosa naturaleza, posee materiales sui géneris, como luces, movimientos, fusiones estéticas y conductas transformistas, dentro de vorágines de juegos visuales, música, colores, vibraciones, cosmologías, espacios y emociones imparables, sostenidas en alegres unicidades que lo mismo nos conducen a la inmensidad del Todo, que a los angustiosos interrogantes sin respuesta inmediata de la Nada.

En pláticas con el artista, El Corredor Informativo, empezó a dilucidar:  ¿Cómo podría definirse mejor su obra?  Se lo preguntamos porque para algunos resulta una lectura interminable, y para otros un emocionante juego que apenas empieza, y al que su autor –Jorge Nájera—, le agregará cada vez mayores cosas. ¿Es efectivamente así?
“Yo creo que sí. Porque tengo una serie por ejemplo llamada “Canción Maternal”, “Serie Inmaculada”,  o “Persiguiendo al Dragón”, que tiene que ver con asociaciones cosmológicas de tiempos y espacios, o sabidurías espirituales multiculturales.  Por esto mismo, creo que mi caballo apenas va camino a la hacienda, porque a cada momento se me ocurren lenguajes de trascendencia infinita, que me están involucrando de manera deliciosa. Y empleo este término “delicioso”, porque creo que no existe un placer más grande, que el lograr explicar de alguna manera no sólo tus inquietudes, sino también tus plenitudes”. 
¿Plenitudes poéticas?
“Desde luego que también. Porque se trata justificadamente de ingresar a tus propias zonas inexploradas. Y niveles tan íntimos como la poesía, la filosofía, los pensamientos místicos, la alegría de todo lo que te rodea, llámese fuego, viento, auroras boreales, lluvia, sol, frutos, sociedades, ruido, silencio u oleajes, son alcanzadas por ti y para ti,  de una manera más fácil y enriquecida”.
¿Y cómo logra que su mundo real, sostenga a este otro tan saturado de magia y ensoñaciones?
“Para todo esto sí requiero de toda la fuerza que me proporciona el amor de mi familia y mis amigos.  No es raro que mi trabajo artístico sea sostenido con los salarios que me ofrecen otras actividades totalmente ajenas a mi mundo “mágico”, como usted acaba de calificarlo con justa razón.  Sin embargo, confío que los movimientos que estoy provocando con mi obra, encuentren las  fuentes de expansión que todos los días y a cada momento estoy propiciando”.
Y a todo esto: ¿Cómo se fue conformando en usted esta imparable estructura de arte, ciencia y tecnología, que involucran apreciaciones tan indistintas como la cinematografía, la escenografía, la fotografía y hasta el diseño gráfico, entre otras, y que a cada momento su obra está absorbiendo?
“Desde que mis manos pudieron sujetar un lápiz, a mis tres años de edad, solía imitar a mi joven padre, en aquel entonces y hasta la fecha, un profesional de la ingeniería física matemática.  De esta manera el lápiz me condujo a crear formas caprichosas propias de un niño de esa edad, que logra la maravilla de crear sin pensar. No obstante, como un buen aficionado al cine en el que pronto me convertí, incorporé las formas del mundo del movimiento a mis dibujos, y fue de esta manera que ya nunca más se quedaron quietos. Es decir, que de la noche a la mañana, me transformé en un autor de imágenes inquietas, libres, iluminadas y en imparable movimiento. Ahora bien, la gente que las ve, explica que también las encuentran divertidas, alegres, provocativas, encendidas y por lo tanto explicablemente dinámicas, razón por la cual, desde que las liberé al mundo real, no están solas, ya que siempre tienen como complemento, las emociones y opiniones que el propio público les otorga”.
¿Y qué más desearía hacer con su trabajo artístico?
“Lo que pretendo en principio, es lograr la libertad absoluta dentro de una creación que está desarrollándose por sí misma. Esto es, porque mis propios cuadros, me están pidiendo todo lo que quieren, y yo sólo soy un humilde servidor de todos y cada uno de sus caprichos. Cuando menos lo pienso, me dicen, ponme esto o quítame aquello. Esto no me queda. Aquello sí. Y de esta manera tengo la suerte de probar materiales multiformes con los que estoy logrando, no sólo para mí sino para el público que me acompaña en toda esta aventura; otras formas de amor, de comunicación, de unidad social, de fuerza integral, de expansiones estéticas, informativas y comunicacionales,  que es finalmente una de las búsquedas de paz, equilibrio, justicia y verdad, al que todo artista aspira mediante su muy personal vocación espiritual. Una vocación que él suele abrazar con toda la pasión y entrega de sus capacidades  expresivas y creadoras”.

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