miércoles, 16 de enero de 2013

Artes plásticas


EL PENSAMIENTO ESCULTÓRICO DE LEONARDO NIERMAN, AL IGUAL QUE SU PINTURA, LLEGÓ A SU LV CUMPLEAÑOS. ARTES, QUE AFORTUNADAMENTE, “HAN SIDO COMPARTIDAS POR MÍ CON MUCHÍSIMAS PERSONAS EN EL MUNDO,  Y “NO SÓLO CON MI FAMILIA, PARA ABURRIRLA LOS DOMINGOS EN LA TARDE, BROMEA EL ARTISTA EN PLENA ETAPA DECEMBRINA 2012.
“Siempre he pensado que la meta de todo artista, es compartir su mundo. Compartir su mundo interior. Compartir sus hallazgos y también sus errores. Sería un tanto grotesco que un individuo se pase 40 años practicando el piano y 40 horas diarias y luego utilice todos sus hallazgos para atormentar a su familia el domingo en la tarde después de la comida”, expresa muy en serio y un poco en broma, el pintor, escultor y músico mexicano, Leonardo Nierman, al charlar, en plenas posadas decembrinas 2012, con El Corredor Informativo.
O sea, si tienes algo que decir hay que compartirlo. Ahora, si tienes la conciencia de que lo que has encontrado tiene un valor estético o emocional o espiritual o simplemente sensorial, es justo compartirlo con otros seres humanos;  ¿es así tu filosofía Leonardo? ¿Igual para tu pintura que para tu escultura?
“Claro que sí, porque mi escultura, está muy anclada con mi pintura. En mi pintura tú verás que hay una búsqueda de símbolos de libertad.  Formas aladas, pájaros, hojas al viento.  Todo lo que representa libertad, yo soy un gran adorador de ello. Creo que lo peor que le puede pasar a un ser humano, es aterrizar en una jaula. Y algunos perversos hasta les dicen  “que hasta que la muerte los separe”. Y que es el equivalente a una Cadena Perpetua. Más o menos. Y esa parte por favor no la pongas”, sonríe el artista y agrega:
Ahora bien, a la gente le encantan tus esculturas públicas colocadas en museos, parques y grandes avenidas de México y del mundo. ¿Por qué tan grandes, tan onduladas, tan bellamente acabadas y muchas de ellas tan obsequiadas? ¡Háblame de tu obra metálica!.
A MÉXICO LE ENTREGO MIS
ESCULTURAS PORQUE LO AMO
“Debo de confesarte que sí estoy consciente de que esas esculturas grandes son una trampa de vanidad. Son una trampa de vanidad que de algún modo intentan cambiar la imagen de la corteza terrestre. Ahora, ¿porqué me ha dado por donar algunas piezas a México?. Porque lo amo. Porque realmente le tengo a México una profunda gratitud. Por haber visto la luz alguna vez en México. Por haberme alimentado de los productos de su Tierra. Haberme llenado los ojos con esos banquetes de color de sus mercados. Con esas sus colaciones, sus jícamas, sus cañas de azúcar, los textiles. Con esa actitud del mexicano de acompañar sus funerales con música y borrachera. Eso es maravilloso.
LOS MEXICANOS Y LA
INMORTALIDAD
Con amenidad, Leonardo Nierman, habló también de costumbrismos:
“Una vez una amiga que vivió muchos años en la India, me dijo una frase definitiva. En Occidente lloran a sus muertos como si ellos fueran inmortales. Esa es una frase muy pesada. Excepto en el caso del mexicano. Quien organiza una parranda y luego lleva comida al Cementerio. Hacen Pan de Muerto, hacen figuritas de calavera con chocolate y luego se las comen. Maravilloso. Porque ellos saben que la Muerte es ineludible. Los niños juegan pelota arriba de las tumbas y a veces hasta béisbol. Y es que al comprender que la Muerte justamente es ineludible, el mexicano cambia el llanto por la risa, tal y como lo acostumbran esos buenos lectores, quienes después de leer un libro, prefieren sonreír por el contenido que disfrutaron, y no por el término de una lectura que forzosamente se tenía que terminar dentro del espacio físico de dicha artesanía.
“Entonces, todas esas vibraciones que yo he vivido durante tantos, tantos, años, sumada a toda la parafina de las velitas que he soplado y que me han hecho –inevitablemente también mucho daño--, han constituido también un sentimiento mezclado. Porque pensándolo bien, qué alegría que también me pude hacer viejo”, explica el querido artista nacido en 1932.
PINTURA Y ESCULTURA
DIMENSIONES DISTINTAS
¿Pintura y escultura, una búsqueda de dimensiones distintas?
“Algo así, pero me explicaré. La escultura es una derivación de la pintura. Es un poco, por así decirlo, la perversidad de tratar de ver como se ve una pintura por la parte de atrás. Sí, sí, sí, cómo se ve de ladito. Por la vista frontal. Sin embargo, no sé si te comenté la última vez que platicamos, que tuve una iluminación. Después de un concierto sabatino en la Sala Nezahualcóyotl, me fui a cenar con mi querido amigo el Doctor Bruno Estañol. Quien además de ejercer como un eminente neurólogo ha extendido sus investigaciones entre muchos otros tópicos científicos, a la parte creativa del cerebro. Tanto así que su último libro se llama “La Mente del Escritor”. Así que después del Concierto nos fuimos a cenar. Y cuando estábamos en la fase del café me preguntó: ¿Qué te pareció el Concierto?  Te comento que en esa ocasión escuchamos una Sinfonía de Mendelssonh. Y le dije: Mira Bruno, no hay duda de que Mendelssonh fue un músico extraordinario y que esta sinfonía la escribió un músico extraordinario. Pero su concierto para Violín y Orquesta, Opus 64 en Mi Menor, eso lo escribió un ángel.
“Desde los primeros compases, hasta el final, te agarra y no te suelta. Y hay momentos que hasta te cierra un poquito la garganta. Y casi se te vidrian los ojos. Él se quedó callado y me preguntó: ¿Y en tu mente cuál sería el rebote de estas palabras que mencionaste?  Y le dije: “Lo que a mí me ha afectado realmente, es que yo ya no sé si un cuadro es bueno o es malo. Si una Sinfonía es buena o es mala. Lo que sí sé definir es si me emociona o no me emociona. Sin importarme el roce de la firma de un cuadro o el prestigio de un compositor. Si no me emociona esto no quiere decir que esté mal mi sistema de percepción de colores y sonidos, sino que va en otra dirección.
MI PINTURA ES EL BEBÉ, MI
ESCULTURA EL MATRIMONIO
“Luego entonces, mi pintura y mi escultura están muy conectados.  Por supuesto que la pintura es mucho más pasional. Porque estás fabricando al bebé. Y la escultura es como el que planea su matrimonio. La escultura es una búsqueda mucho más fría, es el mismo sistema de evaluar si hay alguna armonía en la curva, si hay brillo y qué pasa cuando se refleja el inoxidable en el entorno”.
¿Cómo has logrado crear suavidades tan ondulantes y musicales empleando en tu escultura materiales tan rígidos como el acero inoxidable?
“Mira, te voy a poner un ejemplo. Desde mi niñez y tú lo sabes, yo pensé que iba a ser violinista.  Y después de estudiar unos 18 o 20 años, descubrí mi talento insuficiente. Después de hacer ese rompimiento tan abrupto, al descubrir justamente mi talento insuficiente. Confieso que sí experimenté una tristeza. No llegó a depresión, pero sí a tristeza. Pensé que había desperdiciado muchas tardes luminosas, donde me pude ir al jardín de Coyoacán a comer nieve, y ver cómo caminaban las muchachas con su elote en la mano. Pensé que había sido una gran pérdida. Pero pasa el tiempo y descubro que aquella etapa de mi vida, no sólo no había significado una pérdida el haberme involucrado de esa manera con la música, sino que fue posiblemente lo más valioso, que me pasó en la vida. No aprendí a tocar bien el violín, pero aprendí Armonía.
LA “ARMONÍA” EN TODOS
LOS ACTOS DE MI VIDA
“Escucha bien esta palabra: “Armonía”. Armonía para ver el mundo. Para ver el tiempo. Para ver la vida y para ver la Muerte. Para ver los colores. Para ver los sueños, las ilusiones. Y me doy cuenta que de lo que carece el Planeta, es de Armonía. Si tuviéramos Armonía, no viviríamos en un Planeta en el cual desde el primer día de mi vida, siempre ha habido una guerra. Siempre. El hombre contra el hombre. Por sus ideas, por el color de su piel. Por su religión. Por sus pensamientos. Por si tiene petróleo. Por si tiene dinero. Etcétera. Y bueno; es innegable que formamos parte del Reino Animal. Sin duda. Porque no pertenecemos ni a los minerales ni a los vegetales. Sin embargo, no hemos podido aprender que el animal tiene más sabiduría que el hombre.
“El hombre está un poco engolosinado con su tecnología. Y el animal vive sin tanta envidia, sin tantos odios, sin tantas ambiciones, sin tanta crueldad. Siempre he dicho que hasta donde yo sé, nunca ha habido una guerra de elefantes contra elefantes; leones contra leones, tigres contra tigres. Porque del hombre contra el hombre, siempre. Creo que ya raya en la estupidez. ¿Por qué tienes que estar compitiendo para arrancarle el pedazo de pan al vecino? ¿Por qué para lucir como triunfador tienes que tener en la lona a un hombre bañado en sangre?  También siento que esas emociones son de una estupidez profunda porque desde el momento que el hombre se sale de la escala humana se vuelve grotesco.                          
MÉXICO NECESITA
SOLAMENTE AMOR
Nierman agrega con suavidad, que de los defectos de México no desearía hablar, “porque para eso están los periódicos, que nos tienen atosigados con tantos señalamientos. Pero nadie nos prometió una vida alfombrada; aunque en términos generales sí pienso que el ingrediente que le falta, sobre todo a muchos personajes de poder, es ese cariño, esa pasión por México. Porque México, en resumidas cuentas lo que necesita es ser amado –verdaderamente-, por sus gobernantes. Y bueno, a Galileo lo molestaron mucho porque insistía que la Tierra era redonda. Y por si fuera poco, que daba vueltas. Lo que estamos viviendo es una de las vueltas que da la Tierra, el mundo y el hombre. Es como una rueda de la fortuna, a veces estamos abajo y en ratos arriba. Y claro, desde arriba, todo es bello, el paisaje, las luces, los sonidos de los carruseles y esa generosidad que duran tan solo unos instantes para empezar a bajar y a bajar. A mí lo que me duele mucho es lo del desempleo. Creo que el desempleo es una situación terrible. Porque inspira todo los males posibles. Los desata. Un hombre con hambre es capaz de cualquier cosa”.
¿FIN DEL MUNDO 2012?
Leonardo Nierman, habló con sencillez sobre “el fin del mundo 2012”:  Creo, explica, que sería un acto de “profunda arrogancia, suponer que un planeta que lleva millones de años en circulación, se va a acabar en nuestro periodo de vida o en unas cuantas horas más. Esto es francamente muy arrogante. No creo que se acabe y si esto ocurriera, lo más calculable es que será muchos años después de nuestro sepelio. Aunque lo que sí es más previsible son nuestras acciones culturales. Un fenómeno muy ligado a nuestra Economía. Porque en un país donde el salario mínimo se limita en este momento –creo-- a sesenta y tantos pesos diarios, no puede tener sobrantes para libros, discos, espectáculos. Preséntenme a un guapo que con 4 o 5 dólares diarios, pueda mantener a una familia. Y aunque el Metro es barato y hay cierta subvención de alimentos, se tiene que pagar la renta, la luz, los zapatos y no se puede pedir más porque no hay sobrantes para asuntos culturales. Aprovechemos entonces a lo máximo válvulas culturales como los canales 11, 22 y 40 entre otros”, abrevió el artista Nierman.    

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