sábado, 8 de octubre de 2011

Artes Plásticas de Alto Nivel

REVIVAMOS EL HUMANISMO CIUDADANO, ASEVERÓ EL MAESTRO LEONARDO NIERMAN

* El famoso artista, está preparando serie pictórica intitulada: “Ensoñaciones, Luces y Reflejos de mi Ciudad”.

Agencia Noticiosa Internacional.- México D. F., El famoso pintor y escultor mexicano, Leonardo Nierman, está a punto de concluir una serie de 30 cuadros, intitulados: “Ensoñaciones, luces y reflejos”, basado –aseveró el artista--, “en todas esas vivencias que disfruté y aún disfruto de mi hermosa ciudad. Porque a pesar de que nuestra calidad de vida ha disminuido ostensiblemente a causa del grave aumento de población, automóviles, pobreza e insuficiencia del espacio urbano, yo continúo amándola y disfrutándola, como el primer día que sentí bajo mis pies, sus piedras, su energía y sus vibraciones incomparables”.

Y cuando se le invita a explicar más ampliamente sus sentimientos, las azules pupilas del artista, empiezan como a liberar chispitas, y explica, por ejemplo, que: “resulta muy difícil, no amar todas aquellas piedras que sostuvieron tus primeros pasos. Y es que yo nací, casi, casi, en el Templo Mayor, porque abrí los ojos en las calles de Tacuba. Por esta razón, fue el Centro de esta Ciudad, la que me deslumbró con sus construcciones de piedra labrada, sus antiguas fachadas y todo ese color amalgamado que brotaba a borbotones por todas partes.

Recuerdo también, que siendo muy joven, me agradaba leer un anuncio que predicaba: “De Sonora a Yucatán, usamos Sombreros Tardán, y 4 millones de mexicanos no pueden estar equivocados”. Y bueno, han transcurrido ya más de 40 años, y ese mismo anuncio si lo reformaran, continuaría explicando que casi 100 millones de mexicanos tampoco podrían estar equivocados, a pesar de que en tan corto lapso, nos hemos multiplicado unas 22 o 23 veces. Ahora bien, yo no sé gran cosa de Biología o Zoología y otras muchas materias científicas, pero creo que ni los conejos procrean en esas medidas y proporciones. Y dentro de todas esas sumas exageradas, están los automóviles que se han industrializados a velocidades desmedidas, en oposición a esas otras estadísticas que acusan una bajísima expansión de servicios de luz, agua, hospitales, habitaciones, escuelas, cuyo rango inferior se torna cada vez más demandante y desventajoso.

No obstante, yo no cambiaría jamás mi Palacio de Bellas Artes, aún cuando visitarlo desde San Ángel, implique salir un par de

horas antes y perderme casi siempre la primera parte del Concierto. Tampoco cambio mi Zócalo, especialmente en un 15 de Septiembre, que tan orgullosamente mi padre me enseñó a sentir y amar cuando casi ensordecido por los ruidos de los cuetes, los gritos, las bengalas, los silbatazos, las banderitas de papel y los organilleros, él me explicaba divertido: “Ésta es una noche mexicana hijo. Una noche muy feliz y muy libre: ¿Quieres saborear un rico buñuelo doradito bañado con miel de tejocote?”

MÉXICO Y SUS VIRTUDES

Leonardo Nierman, también va perfilando sus opiniones hacia lo que él considera las incuestionables virtudes del mexicano. “El mexicano es muy simpático y tiene mucho sentido del humor y creatividad. Es más. Si nos ponemos a comparar nuestras artesanías con la de otros países, nos los llevamos de calle en belleza, diversidad e ingenio. Y es que el mexicano es menos ambicioso y quizá por ello, yo no lo cambio por individuos de otras latitudes. Algunas veces me han preguntado que si no me gustaría vivir en París, o en un ambiente tan heterogéneo como el que nos ofrece Nueva York, por ejemplo. Y yo contesto siempre lo mismo. Que donde deseo continuar viviendo –y lo más que sea posible-, es en México. Me gusta la gente. Su comida. Sus colores y, muy especialmente, esa forma que tienen de ver la Vida e incluso la Muerte. Por eso mi deseo se inclina en el sentido de que la sobrepoblación no nos transfigure demasiado.

¿QUÉ HACER PARA NO EMPEORAR?

El pintor, escultor y músico mexicano, asegura que para no empeorar a nuestro México, debemos conducirnos simplemente con sencillez y lógica. “Por ejemplo, mi casa fue construida hace más de 40 años y por eso el agua caliente, tarda mucho tiempo en llegar a mi recámara. Si yo permito que el agua fría se desperdicie en dirección a la coladera, simplemente –como se aconseja en un anuncio--, esa cantidad de líquido, calmaría la sed de unas 20 personas. Así que acumularla en trastos limpios, nos dará opción a reciclarla de manera mucho más conveniente. Creo que también debemos evitar la envidia, la competencia y las trampas de vanidad. Esa forma de creer – y que yo he dado en llamar síndrome de Rocky Cuatro—, y que consiste en creer que necesitamos forzosamente a una persona derribada en la lona, para sentirnos más importantes, más fuertes, más vencedores o más felices. Y bueno, ¿qué ocurrirá cuando dejemos a un lado tan lamentables conductas y las cambiemos por lecturas, poesía, música, pintura, teatro, cine y demás opciones?, pues lo que declaró alguna vez el prestigiado Doctor Ignacio Chávez, cardiólogo famosís

imo, Rector de la Universidad, entre otros muy relevantes logros profesionales. Él dijo, que por el sólo hecho de que un profesional sea médico, abogado, arquitecto o de cualquiera otra rama disciplinaria, no lo libera de ser un salvaje –por muy admirable y brillante que sea en su actividad—si no desarrolla y sensibiliza sus capacidades humanísticas dentro del Arte y la Cultura.

¿EL ARTE ES TAMBIÉN UNA CHAMBA’

Leonardo Nierman sonríe, cuando se le cuestiona hasta que punto las actividades artísticas se alinean también dentro de las categorías de empleos o “chambas”. Y el Maestro lo explica así: “Cuando un creador se lanza por primera vez a imaginar algo diferente a su cotidianidad y toma unos pinceles, una pluma para escribir un poema, o un trozo de plastilina para idear una escultura; ello significa que se ha decidido ya a jugar con su imaginación para viajar dentro de sí mismo de una manera diferente y absolutamente placentera. De esta manera, esa experiencia tan relajante y auto-amorosa, se transforma en lo que se conoce como “hobby”; y claro, en algunas circunstancias, este “hobby”, se convierte también en una manera de ganarse la vida.

No obstante sigue siendo un “hobby”, ya que en el momento en que ese creador lo ve como un trabajo, se pierde automáticamente el halo mágico que lo purifica. Lo único que se me ocurre agregar a tan discutible tema, es que por alguna razón, el gran Sabio Chino Confucio, decretó: “Búscate un trabajo que te guste y podrás andar tranquilamente por la vida sin trabajar un solo día”. Y bueno, es difícil que alguien se transforme en un neurocirujano por “hobby”, no obstante, no es descartable que se pueda dar este tipo de fenómenos. Y claro, es muy analizable también, que un artista que no cuenta con el menor apoyo para sostener su vida personal y familiar, se sienta cotidianamente amenazado; y más aún, si se trata de un músico o de un gran aficionado a la música, a quien lo obliguen a verse impedido de este soberbio regalo de Dios. Y lo digo, porque soy de los que están seguros, de que la vida sin música es una pesadilla.

¿QUÉ PODRÍA SER MEJORADO?

El Maestro en Artes Plásticas, habla de mejorar nuestra seguridad y nuestra neurosis colectiva. En el primer punto, no sé cómo puede ser esto posible, pero tenemos que retornar a aquellos años de casetas con policías muy cercanas a nuestro domicilio y cuyos oficiales eran relevados dentro de los más distintos horarios. Otro aspecto es que vivimos una convivencia limitada, porque creo que estamos contagiados. Hay países que padecen un mal humor contagioso. No quiero mencionar nombres porque hay ciudades muy bellas y hasta podrían ser llamadas las ciudades más bellas del mundo, y sin embargo, todo es así menos el carácter de sus habitantes. Existe en estos ciudadanos, cierto descontento, cierto mal humor para hacer la convivencia poco o nada simpática. Y yo creo que también se puede ir mejorando, rompiendo ese hilo de complicación con los demás. Si uno le pregunta al cartero cómo está su familia, sus hijos en la Escuela, etcétera, eso rompe esa forma robótica de comportamiento que no permite abrirnos a un humanismo que en verdad no cuesta nada lograrlo y que nos hace en verdad la vida mucho más placentera. Yo creo, que el saludar a un vecino que no conocemos, será siempre más saludable para nuestro páncreas.

VALE MÁS UNA MALA PAZ; QUE UNA BUENA GUERRA?

Definitivamente, aseguró Nierman. “Porque la Muerte es ineludible, pero no así el Nacimiento, porque se trata de un milagro matemático. El arriesgar la vida, el arriesgar tus ojos, el arriesgar salir mutilado, histérico, neurótico, es tremendo e irreparable. El destruir una vida humana, es incalificable. Entonces, ¿cómo puede uno pensar, suponer siquiera que la violencia y las armas pueden llegar a proporcionar un entendimiento? Por otra parte, siempre he sabido que al hombre que arrinconan con un ultimátum siempre dice “No”. Entonces, hay que buscar en los humanos, la parte humana. También creo que para poder disfrutar los derechos humanos, es importante comportarse primero como un ser humano”.

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