La Sala de Arte Público Siqueiros inaugura, a
partir del 9 de abril, dos posturas políticas en relación a las prácticas
artísticas contemporáneas: Miguel Ángel Ríos (originario de Argentina y residente entre Nueva York y la Ciudad de
México) y Carlos Motta, artista colombiano que vive y trabaja en la ciudad de
Nueva York.
La nueva producción de Miguel Ángel Ríos, uno
de los pioneros del concepto latinoamericano como estrategia artística y
problema político, narra un recorrido a través de los márgenes paisajísticos de
distintas zonas de Perú, México, Brasil y Argentina. Concebida originalmente
como una proyección en tres pantallas, “The Ghost of Modernity” usa como
protagonista un cubo geométrico transparente –a la vez, paradigma de la
modernidad- para insertarse críticamente en relación al espacio antropológico
del continente.
A diferencia de sus últimas narraciones en
video, Ríos abandona lo explícitamente violento para explorar un tiempo
cinematográfico pausado y polvoso que caracteriza la abandonada sociedad
marginal de América Latina; lugares donde aún no se asoman los tiempos
dinámicos y cruentos de la economía global. Regresa entonces a una postura de
identidad política, a la usanza de sus trabajos en la década de los ochenta, de
la que subyace la visión de los
vencidos.
A través de la proyección The Ghost of
Modernity, y una serie de dibujos igualmente sobrios (blanco sobre blanco),
Ríos refuerza su interés por la narración cinematográfica como testigo ocular
de un debate político que caracteriza el escenario en nuestros centros sociales
y culturales.
Por su parte, Carlos Motta retoma el proyecto
La forma de la libertad (originalmente desarrollado en el New Museum de Nueva
York), para ampliar su investigación sobre movimientos sexuales en el contexto
mexicano. En colaboración con la investigadora Susana Vargas -de la Universidad Nacional Autónoma de
México-, el artista colombiano se adentra en uno de los temas menos abordados y
estudiados en la historiografía del arte local. Desde una estrategia interdisciplinaria,
Motta ha logrado indagar en los procesos históricos del activismo sexual en
México y otros países de occidente. La obra subraya las significaciones
peyorativas que se le otorgó en el pasado al triángulo rosa (originalmente
utilizado por los nazis en los campos de concentración), para diseccionar
grupos sociales partiendo de sus diferencias sexuales.
Desde la armonía geométrica del triángulo y la
compleja historia de su uso social, Motta cuestiona el presente y futuro del
activismo sexual para dejar plasmado sobre el muro público del museo, la
variación que ha sufrido su triángulo rosa global en función de las
problemáticas mexicanas.
La forma de la libertad tiene varios momentos
enfocados en las complejidades del contexto mexicano: un mural, la cronología
desarrollada por el artista en colaboración con su investigadora, la invitación
a la acción performática y un evento discursivo con activistas e investigadores
locales. La acción será llevada a cabo únicamente durante el periodo de inauguración
y las conferencias e intercambios con la comunidad hasta el sábado 13 de abril
del presente año.
Con estas muestras, la Sala de Arte Público
Siqueiros continúa el diálogo entre lo político, lo público y el museo como un
contenedor de los mismos abriendo posibilidades de debates entre lo local e
internacional.
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