SINDICATO ÚNICO DE
TRABAJADORES DE AUTOTRANSPORTES URBANOS DE PASAJEROS
RUTA 100.
Ruta
100, ruta de sangre
Ciudad de México, a 12 de Junio de 2019
Comunicado de Prensa
· Han pasado 24 años casi cinco lustrosde amplia impunidad entre los propios impartidores de justicia. ¡Qué paradoja!
· "Ya es hora de que el Tribunal recupere la confianza ciudadana, de que se convierta en símbolo de legalidad y paz social"
· Como cada año asistiremos al Panteón Jardín y Honraremos La Memoria de este Mártir que defendió a los trabajadores de la ex Ruta-100 y la División de Poderesdel Poder Judicial en contra del Estado represor,informó Jorge Cuellar Valdez, lídermoral de la ex Rura-100
Se orquesta una embestida contra la
clase trabajadora allá por el año de 1994, con motivo del estallido del
movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a quien el
aparato de inteligencia gubernamental ha descubierto su subvención por parte
del sindicato de la línea de transporte de pasajeros de la Ciudad de México,
Ruta 100, órgano del que se dijo emanaban recursos económicos y vestuario y
equipo como aporte de la lucha zapatista.
Los principales actores en escena
Manuel Camacho Solís, ex regente del entonces Distrito Federal, con gran
influencia operativa en el seno del sindicato de la desaparecida Ruta 100, un
hombre clasificado como incendiario y bombero, con una mano avivaba la flama de
la guerrilla chiapaneca, y con la otra simulaba llevar la cubeta para apagar el
fuego.
Óscar Espinosa Villarreal, quien
detentó la función de último regente designado por el gran dedo presidencial,
es decir, estábamos frente a una ciudad de 14 millones de habitantes quienes
tenían cancelada la posibilidad democrática de elegir a sus gobernantes,
después de esto emerge la asunción del poder en vía de elección popular de
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el primer jefe de gobierno, con sepa
seudo-perredista, sin perder de vista ya había sido gobernador por el PRI del
estado de Michoacán. Tal vez fue el premio otorgado por el sistema de
intercambio de favores, por no haber defendido su triunfo en la elección
presidencial contendida con el principal accionista del establishment, “Don”
Carlos Salinas de Gortari.
Espinosa Villarreal, quien
posteriormente fue descubierto en su condición de becario de Nacional
Financiera, al haber obtenido una jugosa jubilación sin merecerla, sostuvo
fuerte y quedito que la mano injerencista de los líderes y asesores jurídicos
del sindicato de esa empresa gubernamental, “mecía la cuna” del EZLN y por
ende, opera su desmembramiento, idea que compra el cerebro operativo de la
política mexicana Carlos Salinas de Gortari, para provocar la idea mediática
que solo el gobierno tiene la capacidad de proteger a los ciudadanos de una
guerrilla armada que podría trastocar los intereses del establishmenty en
consecuencia promover el voto partidista a favor del candidato Ernesto Zedillo
y el Revolucionario Institucional.
En ese entorno se observa la presión
política recalcitrante hacia el Tribunal Superior de Justicia y su principal
operador Saturnino Agüero Aguirre, simplemente se le obliga a orquestar a
cualquier precio la extinción del organismo público Ruta 100 y el
encarcelamiento de sus líderes y asesores jurídicos, Ricardo Barco y compañía.
En efecto, tal estrategia se
promuevemediante el mecanismo jurídico insustentable de la quiebra, obligando
al juez civil del conocimiento a declararla, resultando inadmisible la quiebra
del Estado en mérito a que esa empresa pertenecía al gobierno del entonces Distrito
Federal, y declararla implicaba repercutir en la quiebra del mismo. En fin, las
consecuencias para el juez civil fueron mortales en un oscuro accidente que
sufre en la carretera de Cuernavaca a bordo de su camioneta Silhouette.
Otra arista, el encarcelamiento por
fraude a los líderes sindicales de la empresa estigmatizada, ante la
malversación de fondos que tuvieron en los manejos sindicales, desde luego bajo
una proyección jurídica disparatada, en
mérito a la inexistencia de la querella por parte de los afectados que en
especie serían los miembros del organismo sindical, pero de ninguna manera el
gobierno del Distrito Federal porque esos fondos ya habían salido de su peculio
para formar parte del patrimonio del sindical.
Lo anteriormente señalado provoca una
disputa en el seno del propio Tribunal Superior de Justicia y precisamente en
la sala penal que corresponde resolver la apelación contra la negativa de girar
la orden de aprehensión resuelta por el juez Enrique Gallegos Garcilazo.
En efecto, los integrantes de la sala
penal de conocimiento son presionados por el presidente de ese órgano para que
revoquen la negativa de la orden de aprehensión y en su lugar le ordena aGarcilaso
obsequie la misma en contra de Barco y sus secuaces.
Abraham Polo es presidente de esa Sala
y recibe el siguiente apotegma por parte del máximo representante del Tribunal:
“Es una cuestión de Estado, o giras la orden o te atienes a las consecuencias”.
Abraham Polo Usacanga tiene un hijo
abogado que despachaba en el edificio de Insurgentes 300, en la Ciudad de
México, vecino y asesor jurídico de los líderes de Ruta 100.
La reticencia del magistrado Polo
Uscanga para ordenar el libramiento de las órdenes de aprehensión, y su
vociferante actitud de responsabilizar al presidente del TSJ de lo que le pase,
desembocan primero en su forzada jubilación como magistrado y después en la
aparición de su cadáver dentro del despacho jurídico de Insurgentes 300, en el
que laboraba inclusive su hijo.
Muy
al estilo de la abogada Digna Ochoa Plácido, quien se dijo haberse suicidado de
dos balazos, uno en el corazón y otro en la cabeza, también se dijo que Abraham
Polo Uscanga, se suicidó hincado.
En esa época se producen los crímenes
en agravio del Secretario De Transporte Luis Miguel Moreno Gomes “Quien Se Suicidó
De Dos Balazos En El Corazón” así como uno de los Fiscales Jesús Humberto
Priego Chávez, quien fue muerto a balazos, Funcionarios que tuvieron
conocimiento de estos asuntos.
Aparece en los medios televisivos el
presidente del TSJ, Saturnino Agüero Aguirre con lágrimas en los ojos,
expresando: “¡Yo no los maté…! ¡Yo no los maté…! ¡Soy la primera víctima de
este hecho!”
Al tiempo que su cancerbero Juan Luis
González Alcántara y Carranca –flamante servicial del Sistema y hoy portentoso
e inmune Ministro de la Corte federal de México-, con un pañuelo de seda, le
secaba las lágrimas a Don Saturnino, con una expresión en la cara como
diciéndole: “¡No llore mi patrón…!”
Los días 19 de junio de cada año se
cumplen los aniversarios luctuosos de ese ominoso Crimen de Estado en contra de
Abraham Polo Uscanga, cuyo caso sigue en la mente de los mexicanos y peor aún,
un gigantesco abanico de impunidad que se abre para seguir protegiendo la ilegalidad
de quienes participaron, intelectuales y materiales, en el artero asesinato del
ilustre jurista mexicano, restos que se hallan en una humilde cripta del
Panteón Jardín de la Ciudad de México.
Más de dos décadas de amplia impunidad
entre los propios impartidores de justicia. ¡Qué paradoja! Y así, sucesivamente, se irá acumulando ese
amargo recuerdo que dejó una huella imborrable entre la cofradía de los togados
que pasarán las horas, días, semanas, meses, años, quinquenios y décadas, que
nadie ha creído que "es hora de que el Tribunal recupere la confianza
ciudadana, de que se convierta en símbolo de legalidad y paz social".
“¿Y el caso Polo Uscanga, para
cuándo?”, según la demanda popular.
Últimas
palabras de Abraham Polo Uscanga
“Recibí, yo una recomendación del
Señor Presidente del Tribunal Superior de Justicia, para que yo resolviera un
asunto de determinada forma. Lo que no era procedente, se lo indiqué; me dijo:
‘Aténgase a las consecuencias’. Me retiré de la oficina, y en virtud de ello,
presente y/o solicité mi licencia pre jubilatoria y posteriormente mi renuncia,
cuando se venza ésta. Porque no estoy de acuerdo que se pisoteé al Poder
Judicial”, avizoró días u horas antes de ser asesinado en su despacho de
Insurgentes Sur, 600.
Días más tarde, Abraham Polo Uscanga
sería asesinado, lo que desde el 19 de junio de 1995 al 19 de junio de 2019
–que sumarán 24 años, traducidos en 8,460 días de amplia impunidad-, sigue
despertando la ira e indignación de los ex choferes de la Ruta 100, quienes han
realizado una interminable serie de marchas, protestas y plantones entorno al
esclarecimiento de este crimen de Estado, y a su permanente demanda que el
Gobierno de Morena, les devuelva su liquidación, como responsable del área de
la Jefatura del Ejecutivo local, actualmente.
Aún se tiene en mente aquellos amargos
recuerdos y los patentizados y agrietados rostros desencajados, inyectados de
odio y coraje, imposibilitados e impotencia para hacerse justica con su propia
mano…, observándose en La Marcha del Silencio al Zócalo por integrantes de la
ex Ruta 100, que organizaron como protesta del artero asesinato del magistrado
Abraham Polo Uscanga, en aquella álgida época.
“Hasta hoy en día, el paraguas de la
impunidad sigue cobijando a toda una familia de jueces y magistrados entorno al
esclarecimiento de este Crimen de Estado”, aseveraron los ponentes ante la
tumba del magistrado Polo Uscanga.
A más de dos décadas de su trágica
desaparición, uno de los pilares que sabían de la verdad y tal vez hasta el
presunto autor intelectual de este cobarde asesinato y que “ya no está con
nosotros”: Saturnino Agüero Aguirre, ex presidente del TSJDF, “el poderoso secreto
de la maquinación de este complot, se lo llevó a su tumba”.
Pese a ello, aún quedan vivos varios
cómplices. Uno de ellos, tal vez hasta el precursor de tan abominable atentado,
el ex regente Óscar Espinosa Villarreal, de quien se presume que fue otro de
los autores artífices e intelectuales de la desaparición de este prestigiado
abogado penalista, sobre todo por haber fungido como el último regente de la
Ciudad de México, funesto cargo que desapareció a raíz de la democratización de
la capital de la República, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se convirtió
democráticamente en el primer Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal,
hoy Ciudad de México.
De nada ha servido los cambios
democráticos de la capital de la República, si entre la misma familia feliz que
ahora gobierna la Gran Ciudad y que se dice ser de “izquierda” y que es
“democrática”, no ha sido capaz de quitarse esos antifaces anquilosados propios
que se desenvuelven entre las Mafias del Poder, sin moralización alguna, pero
eso sí, degradando al Poder Judicial.
“El esclarecimiento del Crimen
Político de Abram Polo Uscanga va para largo”, puntualizaría Jorge Cuellar
Valdez, líder de le ex Ruta 100, al pie de la cripta de este ilustre jurista y
magistrado mexicano que dejó huella en su exigencia de respetar el Estado de
Derecho, hoy pisoteado por muchos ante los cambios vertiginosos de toda la
Nación.
Pero efectivamente, como lo afirma la
nueva generación que gobiernan al TSJCDMX, "ya es hora de que el Tribunal
recupere la confianza ciudadana, de que se convierta en símbolo de legalidad y
paz social".
Pero entre esas ilustres consideraciones,
la pregunta sigue en el aire: “¿Y el caso Polo Uscanga, para cuándo?”, según la
demanda popular.
Jorge Cuellar Valdez informó a sus representados que las
negociaciones están caminando tal y como están establecidas en los acuerdos de
la VI ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL DISTRITO FEDERAL –hoy Congreso de la Ciudad de
México-, resueltos en fecha 19 de
noviembre de 2014 y que está convencido de que el gobierno de la Doctora
Claudia Sheinbaum Pardo cumplirá lo que se está acordando en la Mesa del
Diálogo y Negociación.
Sin embargo exhortó a sus compañeros a no bajar la
guardia pasando lista de asistencia a las concentraciones semanales que hacen
cada jueves en el Zócalo de la Ciudad de México, porque es muy importante que
sepan que se les hará justicia a los que están luchando y participando en los
movimientos de la organización con presencia y apoyando para los gastos
jurídicos, contables, de difusión, gasolinas, papelería y tinta para hacer los
escritos, reparación de los vehículos. “Quien piense que estando descansando en
su casa va a recibir algo, está equivocado, los compañeros que están luchando
así lo han acordado”, concluyo.
Fraternalmente
Por el Rescate de la
Dignidad, los Derechos y el Patrimonio de la Clase Trabajadora
La Comisión
Liquidadora del Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de
Pasajeros Ruta-100 (SUTAUR-100)
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