miércoles, 12 de junio de 2019


SINDICATO ÚNICO DE TRABAJADORES DE AUTOTRANSPORTES URBANOS DE PASAJEROS RUTA 100.



Ruta 100, ruta de sangre


Ciudad de México, a 12 de Junio de 2019
Comunicado de Prensa

·        En un día como el del 19 de junio de 1995, México se ensombreció por el Crimen de Estado en contra del magistrado Abraham Polo Uscanga, cuyos restos se encuentran en el Panteón Jardín de la Ciudad de México
·        Han pasado 24 años casi cinco lustrosde amplia impunidad entre los propios impartidores de justicia. ¡Qué paradoja! 
·        "Ya es hora de que el Tribunal recupere la confianza ciudadana, de que se convierta en símbolo de legalidad y paz social"
·        Como cada año asistiremos al Panteón Jardín y Honraremos La Memoria de este Mártir que defendió a los trabajadores de la ex Ruta-100 y la División de Poderesdel Poder Judicial en contra del Estado represor,informó Jorge Cuellar Valdez, lídermoral de la ex Rura-100



Se orquesta una embestida contra la clase trabajadora allá por el año de 1994, con motivo del estallido del movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a quien el aparato de inteligencia gubernamental ha descubierto su subvención por parte del sindicato de la línea de transporte de pasajeros de la Ciudad de México, Ruta 100, órgano del que se dijo emanaban recursos económicos y vestuario y equipo como aporte de la lucha zapatista.

Los principales actores en escena Manuel Camacho Solís, ex regente del entonces Distrito Federal, con gran influencia operativa en el seno del sindicato de la desaparecida Ruta 100, un hombre clasificado como incendiario y bombero, con una mano avivaba la flama de la guerrilla chiapaneca, y con la otra simulaba llevar la cubeta para apagar el fuego.

Óscar Espinosa Villarreal, quien detentó la función de último regente designado por el gran dedo presidencial, es decir, estábamos frente a una ciudad de 14 millones de habitantes quienes tenían cancelada la posibilidad democrática de elegir a sus gobernantes, después de esto emerge la asunción del poder en vía de elección popular de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el primer jefe de gobierno, con sepa seudo-perredista, sin perder de vista ya había sido gobernador por el PRI del estado de Michoacán. Tal vez fue el premio otorgado por el sistema de intercambio de favores, por no haber defendido su triunfo en la elección presidencial contendida con el principal accionista del establishment, “Don” Carlos Salinas de Gortari.

Espinosa Villarreal, quien posteriormente fue descubierto en su condición de becario de Nacional Financiera, al haber obtenido una jugosa jubilación sin merecerla, sostuvo fuerte y quedito que la mano injerencista de los líderes y asesores jurídicos del sindicato de esa empresa gubernamental, “mecía la cuna” del EZLN y por ende, opera su desmembramiento, idea que compra el cerebro operativo de la política mexicana Carlos Salinas de Gortari, para provocar la idea mediática que solo el gobierno tiene la capacidad de proteger a los ciudadanos de una guerrilla armada que podría trastocar los intereses del establishmenty en consecuencia promover el voto partidista a favor del candidato Ernesto Zedillo y el Revolucionario Institucional.

En ese entorno se observa la presión política recalcitrante hacia el Tribunal Superior de Justicia y su principal operador Saturnino Agüero Aguirre, simplemente se le obliga a orquestar a cualquier precio la extinción del organismo público Ruta 100 y el encarcelamiento de sus líderes y asesores jurídicos, Ricardo Barco y compañía.

En efecto, tal estrategia se promuevemediante el mecanismo jurídico insustentable de la quiebra, obligando al juez civil del conocimiento a declararla, resultando inadmisible la quiebra del Estado en mérito a que esa empresa pertenecía al gobierno del entonces Distrito Federal, y declararla implicaba repercutir en la quiebra del mismo. En fin, las consecuencias para el juez civil fueron mortales en un oscuro accidente que sufre en la carretera de Cuernavaca a bordo de su camioneta Silhouette.

Otra arista, el encarcelamiento por fraude a los líderes sindicales de la empresa estigmatizada, ante la malversación de fondos que tuvieron en los manejos sindicales, desde luego bajo una proyección jurídica  disparatada, en mérito a la inexistencia de la querella por parte de los afectados que en especie serían los miembros del organismo sindical, pero de ninguna manera el gobierno del Distrito Federal porque esos fondos ya habían salido de su peculio para formar parte del patrimonio del sindical.

Lo anteriormente señalado provoca una disputa en el seno del propio Tribunal Superior de Justicia y precisamente en la sala penal que corresponde resolver la apelación contra la negativa de girar la orden de aprehensión resuelta por el juez Enrique Gallegos Garcilazo.

En efecto, los integrantes de la sala penal de conocimiento son presionados por el presidente de ese órgano para que revoquen la negativa de la orden de aprehensión y en su lugar le ordena aGarcilaso obsequie la misma en contra de Barco y sus secuaces.

Abraham Polo es presidente de esa Sala y recibe el siguiente apotegma por parte del máximo representante del Tribunal: “Es una cuestión de Estado, o giras la orden o te atienes a las consecuencias”.

Abraham Polo Usacanga tiene un hijo abogado que despachaba en el edificio de Insurgentes 300, en la Ciudad de México, vecino y asesor jurídico de los líderes de Ruta 100.

La reticencia del magistrado Polo Uscanga para ordenar el libramiento de las órdenes de aprehensión, y su vociferante actitud de responsabilizar al presidente del TSJ de lo que le pase, desembocan primero en su forzada jubilación como magistrado y después en la aparición de su cadáver dentro del despacho jurídico de Insurgentes 300, en el que laboraba inclusive su hijo.



Muy al estilo de la abogada Digna Ochoa Plácido, quien se dijo haberse suicidado de dos balazos, uno en el corazón y otro en la cabeza, también se dijo que Abraham Polo Uscanga, se suicidó hincado.



En esa época se producen los crímenes en agravio del Secretario De Transporte Luis Miguel Moreno Gomes “Quien Se Suicidó De Dos Balazos En El Corazón” así como uno de los Fiscales Jesús Humberto Priego Chávez, quien fue muerto a balazos, Funcionarios que tuvieron conocimiento de estos asuntos.

Aparece en los medios televisivos el presidente del TSJ, Saturnino Agüero Aguirre con lágrimas en los ojos, expresando: “¡Yo no los maté…! ¡Yo no los maté…! ¡Soy la primera víctima de este hecho!”

Al tiempo que su cancerbero Juan Luis González Alcántara y Carranca –flamante servicial del Sistema y hoy portentoso e inmune Ministro de la Corte federal de México-, con un pañuelo de seda, le secaba las lágrimas a Don Saturnino, con una expresión en la cara como diciéndole: “¡No llore mi patrón…!”

Los días 19 de junio de cada año se cumplen los aniversarios luctuosos de ese ominoso Crimen de Estado en contra de Abraham Polo Uscanga, cuyo caso sigue en la mente de los mexicanos y peor aún, un gigantesco abanico de impunidad que se abre para seguir protegiendo la ilegalidad de quienes participaron, intelectuales y materiales, en el artero asesinato del ilustre jurista mexicano, restos que se hallan en una humilde cripta del Panteón Jardín de la Ciudad de México.

Más de dos décadas de amplia impunidad entre los propios impartidores de justicia. ¡Qué paradoja!  Y así, sucesivamente, se irá acumulando ese amargo recuerdo que dejó una huella imborrable entre la cofradía de los togados que pasarán las horas, días, semanas, meses, años, quinquenios y décadas, que nadie ha creído que "es hora de que el Tribunal recupere la confianza ciudadana, de que se convierta en símbolo de legalidad y paz social".



“¿Y el caso Polo Uscanga, para cuándo?”, según la demanda popular.



Últimas palabras de Abraham Polo Uscanga



“Recibí, yo una recomendación del Señor Presidente del Tribunal Superior de Justicia, para que yo resolviera un asunto de determinada forma. Lo que no era procedente, se lo indiqué; me dijo: ‘Aténgase a las consecuencias’. Me retiré de la oficina, y en virtud de ello, presente y/o solicité mi licencia pre jubilatoria y posteriormente mi renuncia, cuando se venza ésta. Porque no estoy de acuerdo que se pisoteé al Poder Judicial”, avizoró días u horas antes de ser asesinado en su despacho de Insurgentes Sur, 600.

Días más tarde, Abraham Polo Uscanga sería asesinado, lo que desde el 19 de junio de 1995 al 19 de junio de 2019 –que sumarán 24 años, traducidos en 8,460 días de amplia impunidad-, sigue despertando la ira e indignación de los ex choferes de la Ruta 100, quienes han realizado una interminable serie de marchas, protestas y plantones entorno al esclarecimiento de este crimen de Estado, y a su permanente demanda que el Gobierno de Morena, les devuelva su liquidación, como responsable del área de la Jefatura del Ejecutivo local, actualmente.

Aún se tiene en mente aquellos amargos recuerdos y los patentizados y agrietados rostros desencajados, inyectados de odio y coraje, imposibilitados e impotencia para hacerse justica con su propia mano…, observándose en La Marcha del Silencio al Zócalo por integrantes de la ex Ruta 100, que organizaron como protesta del artero asesinato del magistrado Abraham Polo Uscanga, en aquella álgida época.

“Hasta hoy en día, el paraguas de la impunidad sigue cobijando a toda una familia de jueces y magistrados entorno al esclarecimiento de este Crimen de Estado”, aseveraron los ponentes ante la tumba del magistrado Polo Uscanga.

A más de dos décadas de su trágica desaparición, uno de los pilares que sabían de la verdad y tal vez hasta el presunto autor intelectual de este cobarde asesinato y que “ya no está con nosotros”: Saturnino Agüero Aguirre, ex presidente del TSJDF, “el poderoso secreto de la maquinación de este complot, se lo llevó a su tumba”.

Pese a ello, aún quedan vivos varios cómplices. Uno de ellos, tal vez hasta el precursor de tan abominable atentado, el ex regente Óscar Espinosa Villarreal, de quien se presume que fue otro de los autores artífices e intelectuales de la desaparición de este prestigiado abogado penalista, sobre todo por haber fungido como el último regente de la Ciudad de México, funesto cargo que desapareció a raíz de la democratización de la capital de la República, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se convirtió democráticamente en el primer Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México.

De nada ha servido los cambios democráticos de la capital de la República, si entre la misma familia feliz que ahora gobierna la Gran Ciudad y que se dice ser de “izquierda” y que es “democrática”, no ha sido capaz de quitarse esos antifaces anquilosados propios que se desenvuelven entre las Mafias del Poder, sin moralización alguna, pero eso sí, degradando al Poder Judicial.

“El esclarecimiento del Crimen Político de Abram Polo Uscanga va para largo”, puntualizaría Jorge Cuellar Valdez, líder de le ex Ruta 100, al pie de la cripta de este ilustre jurista y magistrado mexicano que dejó huella en su exigencia de respetar el Estado de Derecho, hoy pisoteado por muchos ante los cambios vertiginosos de toda la Nación.

Pero efectivamente, como lo afirma la nueva generación que gobiernan al TSJCDMX, "ya es hora de que el Tribunal recupere la confianza ciudadana, de que se convierta en símbolo de legalidad y paz social".

Pero entre esas ilustres consideraciones, la pregunta sigue en el aire: “¿Y el caso Polo Uscanga, para cuándo?”, según la demanda popular.



Jorge Cuellar Valdez informó a sus representados que las negociaciones están caminando tal y como están establecidas en los acuerdos de la VI ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL DISTRITO FEDERAL –hoy Congreso de la Ciudad de México-,  resueltos en fecha 19 de noviembre de 2014 y que está convencido de que el gobierno de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo cumplirá lo que se está acordando en la Mesa del Diálogo y Negociación.

Sin embargo exhortó a sus compañeros a no bajar la guardia pasando lista de asistencia a las concentraciones semanales que hacen cada jueves en el Zócalo de la Ciudad de México, porque es muy importante que sepan que se les hará justicia a los que están luchando y participando en los movimientos de la organización con presencia y apoyando para los gastos jurídicos, contables, de difusión, gasolinas, papelería y tinta para hacer los escritos, reparación de los vehículos. “Quien piense que estando descansando en su casa va a recibir algo, está equivocado, los compañeros que están luchando así lo han acordado”, concluyo.



Fraternalmente



Por el Rescate de la Dignidad, los Derechos y el Patrimonio de la Clase Trabajadora



La Comisión Liquidadora del Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta-100 (SUTAUR-100)

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