viernes, 13 de octubre de 2023

La UNAM, asechada por grupos desestabilizadores con fines políticos; vive mayores tiempos difíciles

 

La UNAM, Asechada por Grupos Desestabilizadores con Fines Políticos; Vive Mayores Tiempos Difíciles

 
*** El magistrado civilista Élfego Bautista Pardo, en su espacio Así es el Derecho, analiza la sucesión de rector en la Máxima Casa de Estudios de México
 
BLAS A. BUENDÍA *
 
Si bien es cierto que el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es el líder nato de la Máxima Casa de Estudios de la Nación, jamás ha dejado de ser es uno de los cargos políticos más importantes que coadyuva en el desarrollo y devenir del país, a pesar que día a día, enfrenta tiempos difíciles, más ahora con la actual administración federal, que todo lo que ve, lo quiere destruir.
Dígase lo que se diga, la UNAM continúa como la mejor Institución de Estudios Superiores en México y como la segunda mejor en América Latina sólo por debajo de la Universidad de Argentina, así lo exhiben datos globales Quacquarelli Symonds (QS), en el censo World University Rankings 2021.
De acuerdo con la lista global, QS consideró en esta ocasión a 12 universidades mexicanas, ubicando al Tecnológico de Monterrey como la segunda mejor en México y a la Universidad Panamericana (UP) en tercer lugar del país.
Este prestigioso listado incluye casi mil 500 instituciones de todo el mundo, con universidades en Europa, Asia y América del Norte ocupando las clasificaciones más altas.
En su brillante ritual académico, el recto es designado por la Junta de Gobierno de la institución, y dura en el cargo cuatro años con la posibilidad de ser reelegido una vez más. Entre sus facultades y obligaciones principales están las de cuidar el exacto cumplimiento de la Ley Orgánica, de las disposiciones de la Junta de Gobierno y de las resoluciones que dicte el Consejo Universitario.
También debe evaluar, impulsar y controlar el funcionamiento general de la institución tanto internamente como en sus relaciones con entidades externas, e informar de ello al Consejo Superior.
Al respecto, el magistrado civilista Élfego Bautista Pardo, en su espacio Así es el Derecho, analizó el tema referente al mando del timón universitario, señalando que el pasado 21 de agosto, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con la fracción primera del artículo 6º de la Ley Orgánica de la UNAM, la Junta de Gobierno informó que esa fecha comenzaría el proceso para elegir al nuevo titular de la rectoría de esa casa de estudios, para el período 2023-2027.
Precisa que la legislación universitaria dispone que la persona que ocupe el referido cargo deberá ser mexicana por nacimiento, mayor de 35 años y menor de 70, poseer grado superior a bachiller, tener 10 años de servicio docente o de investigación dentro de la UNAM; haberse distinguido en su especialidad, gozar de estimación general como persona honorable y prudente, así como no ser miembro de la Junta de Gobierno ni haberlo sido durante los últimos dos años.
Y redunda: Para la elección, la Junta deberá convocar a la comunidad universitaria, integrada por todos y cada uno de los alumnos, docentes y demás trabajadores, para que expresen por escrito, libre y responsablemente los nombres de las personas que consideren idóneas para ocupar ese puesto, así como las razones por las que las proponen.
Las personas propuestas por la comunidad universitaria deberán presentar sus programas de trabajo y ser entrevistadas al respecto, tras lo cual se deliberará acerca de quién es la persona idónea para ocupar la rectoría.
Diez y siete fueron los catedráticos quienes entregaron documentos y cumplieron lo estipulado en la convocatoria del 21 de agosto, destacando: Laura Susana Acosta Torres, Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro, Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria, Raúl Juan Contreras Bustamante, Jorge Alfredo Cuéllar Ordaz, Patricia Dolores Dávila Aranda, Germán Fajardo Dolci, Héctor Hiram Hernández Bringas, William Henry Lee Alardín, Leonardo Lomelín Vanegas, María Esperanza Martínez Romero, Daniel Trejo Medina, Imanol Ordorica Sacristán, Guadalupe Valencia García, Ambrosio Francisco Javier Velasco Gómez, Luz del Carmen Alicia Vilchis Esquivel y Domingo Alberto Vital Díaz.
Próximo a terminar su período como rector, el doctor Enrique Graue Wiechers, reconoció que la UNAM se encuentra en riesgo de entrar en conflicto a causa de la intervención de grupos desestabilizadores aunque no puede ser presa de influencias partidistas ni manipulada para fines políticos, y no descarta que exista esta intención.
Sobre esa base, nada deberá desenfocar la atención de la comunidad universitaria y de la ciudadanía en general, ni siquiera las chinches podrán opacar la transparencia de ese proceso.
No debe perderse de vista que la UNAM es autónoma, es decir, cuenta con libertad para auto gobernarse, por lo que no se puede permitir que actores políticos o entes de orden político influyan acerca de la nueva directiva de la Casa de Estudios más importante del país, pues podría conllevar cambio radical en el futuro de la educación media superior y superior en México, contraviniendo lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
 
Reportero Free Lance *
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
filtrodedatospoliticos@gmail.com

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