***¡México, es la vergüenza universal!
*** Al muy estilo de la kakistocracia nazi, peleles, títeres, borregos, levanta dedos, son algunos de los epítetos con lo que se califican a los legisladores de MORENA, hoy plenamente esclavizados por un fratricida confeso transformado en el presidente más corrupto de la historia
*** Los Senadores y Diputados obedecen ciegamente a López Obrador, dando la impresión de que están castrados y seducidos por el gran corruptor de Palacio Nacional, arrodillado y a sus pies
BLAS A. BUENDÍA *
Andrés Manuel López Obrador logró lo que otros presidentes —de los del pasado— no lograron: tener un Congreso, integrado por Senadores y Diputados, totalmente sometidos y “castrados”, al grado que su degradación tropieza en la más ruin de la vileza kakistocrática hecha realidad. Todos ellos, sujetos vividores que obedecen sin chistar las órdenes del dictador zafio tabasqueño.
A López Obrador se le critica constantemente porque —como dirían en su rancho La Chingada—, el muy ingrato porque no respeta nada, ni siquiera a sí mismo; tiene la pésima costumbre de lidiar con medio mundo que, debido a su formación académica de muy bajo nivel profesional, es proclive a echarle bronca a todos que lo rodean. Es iracundo y es un peligro tratarlo personalmente.
Como quedó demostrado, al estilo de “la noche de los cuchillos largos” —libro del escritor francés Max Gallo—, obra escenificada hace algunos ayeres en el Patio de la antigua sede del otrora respetable Senado de la República, la vieja casona de Xicoténcatl, número ocho, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Bajo el mando del “líder” del Senado aspirante al gobierno de Puebla, Alejandro Armenta Mier, en abierta complicidad con el senador Ricardo Monreal Ávila, “coordinador” de los senadores de esa secta llamada Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), de los dos no se hace ni uno…
Con esa connotación, el zacatecano demostró su doble personalidad, la de fingir ser un emparentado disidente, que a decir de López, es una de las “corcholatas aspiracionistas” para alcanzar la bendición de Peje Lagarto, para obtener la candidatura a Palacio Nacional, así como se lo ha hecho creer a sus huestes, que “es un rebelde” que se opone al clásico “dedazo” tabasqueño, develándolo cuán vil mascarada de un llanero solitario.
El desgobierno de la presente administración de AMLO y su “partido” MORENA, tiene la capacidad de convertir a los legisladores en una partida de borregos o de focas aplaudidoras, que acatan las órdenes de un demente populista, vengativo, autoritario y violento, como es el fratricida confeso de Macuspana.
Los Senadores de Morena, sin leer, y mucho menos analizar el cúmulo de iniciativas que aprobaron la madrugada del pasado sábado 29 de abril —a unas horas de entrar al ayuno legislativo—, demostraron la ausencia de capacidad para discernir y comprender los alcances de las modificaciones ordenadas o dictadas por el presidente, que a pesar del alto cargo, no ha perdido su facultad de agitador. Sino más bien, es un extraordinario espantapájaros en medio de las llanuras.
Las modificaciones aprobadas por los Senadores, que son ratificación de las votadas por los Diputados, representan un grave peligro para la insipiente democracia y las libertadas de todos los mexicanos.
MORENA —que para los críticos solo se trata de un grupo de bandoleros que asaltó la confianza de millones de mexicanos—, no es un partido político, es un grupúsculo destinado a rendir culto a la personalidad de Mr. López, que a pesar de su gran poder presidencial, el PejeLagarto no ha logrado superar su complejo de inferioridad, su pasado escatológico, los malsanos rumores de la gente de Villahermosa y sus añejos y escabrosos romances hasta con la yegua La Canica del Tío Lucio. Es decir, en su juventud también le daba por practicar la zoofilia, que con el paso del tiempo, hasta se convirtió en su deporte favorito.
Peje Lagarto sigue con su obsesión de pasar a la historia como un Benito Juárez, o de un Lázaro Cárdenas del Rio, pero está más cerca de un Mao Tsé Tung, de un Joseph Stalin o de un aterrador genocida Adolf Hitler, debido a que en su mente no existe la democracia.
Tiene una postura tiránica que lo impulsa a imponer su voluntad por encima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y de las instituciones independientes que sirven de contrapeso y deben regular las acciones de gobierno, en contra del engaño, la manipulación, la ocultación y el abuso que se contradice con su derivación de “no mentir, no robar, no traicionar”.
Los legisladores del MORENA tienen la espada de Damocles, en la amenaza de AMLO, cuando los ungió como Senadores y Diputados “a la primera traición a MORENA (es decir a sus órdenes) voy a ser el primero en exhibirlos; se podrán quedar como Senadores o Diputados, pero quedarán fuera de MORENA”, que a contraluz, no gozarán de cabal impunidad.
Entre las prohibiciones, órdenes que el “presidente” ha girado a sus borregos, están “no dirigirles la palabra y menos responder el teléfono a los Ministros de la Suprema Corte”, porque supuestamente, son “Traidores a la Patria”, que ganan mucho dinero más que el presidente, y que forman parte de la Mafia del Poder de la Toga y el Birrete.
Tampoco deben hacer amistad con los integrantes de los otros partidos, debido a que “les pueden introducir ideas nocivas” para su proyecto de nación, es decir para la Cuarta Transformación cuyo modelo propiamente se excomulgó estableciendo una purga entre su propia gente.
En el Movimiento de Regeneración Nacional la democracia es sinónimo de tómbola, los legisladores son elegidos por medio de un mecanismo de lotería, por decisión del tirano o por favores personales al gran elector.
Tácitamente el presidente “de todos los mexicanos”, Andrés Manuel López Obrador les dijo al otorgarles la patente de corso como legisladores, lo que desea es contar con representantes populares leales a ciegas, sin atender ningún tipo de negociación con otros partidos, y deben ser —eso sí—, a prueba de todo tipo de juegos y traiciones.
En suma lo que el ahora narco presidente Peje Lagarto —alimaña controlada por los signos malignos del “666”—, lo que desea es tener a su alcance a “legisladores castrados”, científicamente “eunucos”, para aprobar todas las iniciativas sin quitarles ni una coma, que se olviden de los debates, que voten en masa sin importar las críticas.
Se recuerda al escritor Mario Vargas Llosa quien en alguna ocasión sentenció, durante los tiempos del PRI, que “México tiene una Dictadura Perfecta”.
Y así fue, hasta que hubo un traidor vestido de priista, identificado como Ernesto Zedillo Ponce de León, a quien consideran un “apóstol de la democracia”, por haber entregado el poder presidencial a otro eunuco surgido del PAN, Vicente Fox Quesada.
El escritor peruano se adelantó a su tiempo con el zafio tabasqueño López Obrador, que es con quien México vive ahora otra Dictadura (imperfecta, pero dictadura…) basada en el fenómeno de la kakistrocracia —la receta literaria del entrañable Polibio—, donde se formaliza un gobierno formado por los más ineptos, los más incompetentes, los menos calificados y los más cínicos solo por haber surgido del movimiento MORENA, que es lo mismo el Movimiento de la Destrucción Nacional.
En líneas anteriores, se hacía referencia a “La noche de los cuchillos largos”, la cual fue una purga política que tuvo lugar en Alemania entre el 30 de junio y el 1º. de julio de 1934, cuando el régimen nazi, dirigido por Adolf Hitler, llevó a cabo una serie de asesinatos políticos.
Se puede incluir dentro del marco de actos que realizó el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán para apoderarse de todas las estructuras del Estado alemán. Muchos de los que fueron asesinados esos días pertenecían a las Sturmabteilung (SA), una organización paramilitar nazi.
Hitler se opuso a las SA y a su líder Ernst Röhm, porque percibía la independencia de las SA y la inclinación de sus miembros hacia la violencia callejera como una amenaza contra su poder.
Hitler, además, quería el apoyo de los jefes de la Reichswehr, la organización militar oficial de Alemania, que temían y despreciaban a las SA y, en particular, la ambición de Röhm para que las SA absorbieran a la Reichswehr bajo su liderazgo.
Finalmente, Hitler usó la purga para atacar o eliminar a los críticos de su régimen, especialmente contra aquellos que eran leales al vicecanciller Franz von Papen, y para vengarse de sus antiguos enemigos.
La historia así lo consigna, pero aplicada a la época actual, el cretino de Andrés Manuel López Obrador, embelesado por la sombra del hitlerismo universal, pretende también aplicar una purga humana en contra de las clases sociales de millones de mexicanos que no estén de acuerdo a su modelo económico y menos el de seguir destruyendo las instituciones republicanas.
En el cerebro lóbrego del fratricida tabasqueño, se esconden vestigios de Adolf Hitler, por lo que el inquilino indeseable de Palacio tiene al Congreso mexicano todo esclavizado, arrodillado y a sus pies.
Solo bastaría que —en el fastidio de lo inverosímil— el presidente López ordenara la absurdez porfirista: “Mátalos en caliente” o la insinuación que ante las intrigas de sus antagonistas, sentenciarlos: “Plata o plomo” y/o “ese gallo quiere su maíz”.
No obstante de ello, ¡México sigue siendo la vergüenza universal!
Reportero Free Lance *
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
filtrodedatospoliicos@gmail.com
*** Al muy estilo de la kakistocracia nazi, peleles, títeres, borregos, levanta dedos, son algunos de los epítetos con lo que se califican a los legisladores de MORENA, hoy plenamente esclavizados por un fratricida confeso transformado en el presidente más corrupto de la historia
*** Los Senadores y Diputados obedecen ciegamente a López Obrador, dando la impresión de que están castrados y seducidos por el gran corruptor de Palacio Nacional, arrodillado y a sus pies
BLAS A. BUENDÍA *
Andrés Manuel López Obrador logró lo que otros presidentes —de los del pasado— no lograron: tener un Congreso, integrado por Senadores y Diputados, totalmente sometidos y “castrados”, al grado que su degradación tropieza en la más ruin de la vileza kakistocrática hecha realidad. Todos ellos, sujetos vividores que obedecen sin chistar las órdenes del dictador zafio tabasqueño.
A López Obrador se le critica constantemente porque —como dirían en su rancho La Chingada—, el muy ingrato porque no respeta nada, ni siquiera a sí mismo; tiene la pésima costumbre de lidiar con medio mundo que, debido a su formación académica de muy bajo nivel profesional, es proclive a echarle bronca a todos que lo rodean. Es iracundo y es un peligro tratarlo personalmente.
Como quedó demostrado, al estilo de “la noche de los cuchillos largos” —libro del escritor francés Max Gallo—, obra escenificada hace algunos ayeres en el Patio de la antigua sede del otrora respetable Senado de la República, la vieja casona de Xicoténcatl, número ocho, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Bajo el mando del “líder” del Senado aspirante al gobierno de Puebla, Alejandro Armenta Mier, en abierta complicidad con el senador Ricardo Monreal Ávila, “coordinador” de los senadores de esa secta llamada Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), de los dos no se hace ni uno…
Con esa connotación, el zacatecano demostró su doble personalidad, la de fingir ser un emparentado disidente, que a decir de López, es una de las “corcholatas aspiracionistas” para alcanzar la bendición de Peje Lagarto, para obtener la candidatura a Palacio Nacional, así como se lo ha hecho creer a sus huestes, que “es un rebelde” que se opone al clásico “dedazo” tabasqueño, develándolo cuán vil mascarada de un llanero solitario.
El desgobierno de la presente administración de AMLO y su “partido” MORENA, tiene la capacidad de convertir a los legisladores en una partida de borregos o de focas aplaudidoras, que acatan las órdenes de un demente populista, vengativo, autoritario y violento, como es el fratricida confeso de Macuspana.
Los Senadores de Morena, sin leer, y mucho menos analizar el cúmulo de iniciativas que aprobaron la madrugada del pasado sábado 29 de abril —a unas horas de entrar al ayuno legislativo—, demostraron la ausencia de capacidad para discernir y comprender los alcances de las modificaciones ordenadas o dictadas por el presidente, que a pesar del alto cargo, no ha perdido su facultad de agitador. Sino más bien, es un extraordinario espantapájaros en medio de las llanuras.
Las modificaciones aprobadas por los Senadores, que son ratificación de las votadas por los Diputados, representan un grave peligro para la insipiente democracia y las libertadas de todos los mexicanos.
MORENA —que para los críticos solo se trata de un grupo de bandoleros que asaltó la confianza de millones de mexicanos—, no es un partido político, es un grupúsculo destinado a rendir culto a la personalidad de Mr. López, que a pesar de su gran poder presidencial, el PejeLagarto no ha logrado superar su complejo de inferioridad, su pasado escatológico, los malsanos rumores de la gente de Villahermosa y sus añejos y escabrosos romances hasta con la yegua La Canica del Tío Lucio. Es decir, en su juventud también le daba por practicar la zoofilia, que con el paso del tiempo, hasta se convirtió en su deporte favorito.
Peje Lagarto sigue con su obsesión de pasar a la historia como un Benito Juárez, o de un Lázaro Cárdenas del Rio, pero está más cerca de un Mao Tsé Tung, de un Joseph Stalin o de un aterrador genocida Adolf Hitler, debido a que en su mente no existe la democracia.
Tiene una postura tiránica que lo impulsa a imponer su voluntad por encima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y de las instituciones independientes que sirven de contrapeso y deben regular las acciones de gobierno, en contra del engaño, la manipulación, la ocultación y el abuso que se contradice con su derivación de “no mentir, no robar, no traicionar”.
Los legisladores del MORENA tienen la espada de Damocles, en la amenaza de AMLO, cuando los ungió como Senadores y Diputados “a la primera traición a MORENA (es decir a sus órdenes) voy a ser el primero en exhibirlos; se podrán quedar como Senadores o Diputados, pero quedarán fuera de MORENA”, que a contraluz, no gozarán de cabal impunidad.
Entre las prohibiciones, órdenes que el “presidente” ha girado a sus borregos, están “no dirigirles la palabra y menos responder el teléfono a los Ministros de la Suprema Corte”, porque supuestamente, son “Traidores a la Patria”, que ganan mucho dinero más que el presidente, y que forman parte de la Mafia del Poder de la Toga y el Birrete.
Tampoco deben hacer amistad con los integrantes de los otros partidos, debido a que “les pueden introducir ideas nocivas” para su proyecto de nación, es decir para la Cuarta Transformación cuyo modelo propiamente se excomulgó estableciendo una purga entre su propia gente.
En el Movimiento de Regeneración Nacional la democracia es sinónimo de tómbola, los legisladores son elegidos por medio de un mecanismo de lotería, por decisión del tirano o por favores personales al gran elector.
Tácitamente el presidente “de todos los mexicanos”, Andrés Manuel López Obrador les dijo al otorgarles la patente de corso como legisladores, lo que desea es contar con representantes populares leales a ciegas, sin atender ningún tipo de negociación con otros partidos, y deben ser —eso sí—, a prueba de todo tipo de juegos y traiciones.
En suma lo que el ahora narco presidente Peje Lagarto —alimaña controlada por los signos malignos del “666”—, lo que desea es tener a su alcance a “legisladores castrados”, científicamente “eunucos”, para aprobar todas las iniciativas sin quitarles ni una coma, que se olviden de los debates, que voten en masa sin importar las críticas.
Se recuerda al escritor Mario Vargas Llosa quien en alguna ocasión sentenció, durante los tiempos del PRI, que “México tiene una Dictadura Perfecta”.
Y así fue, hasta que hubo un traidor vestido de priista, identificado como Ernesto Zedillo Ponce de León, a quien consideran un “apóstol de la democracia”, por haber entregado el poder presidencial a otro eunuco surgido del PAN, Vicente Fox Quesada.
El escritor peruano se adelantó a su tiempo con el zafio tabasqueño López Obrador, que es con quien México vive ahora otra Dictadura (imperfecta, pero dictadura…) basada en el fenómeno de la kakistrocracia —la receta literaria del entrañable Polibio—, donde se formaliza un gobierno formado por los más ineptos, los más incompetentes, los menos calificados y los más cínicos solo por haber surgido del movimiento MORENA, que es lo mismo el Movimiento de la Destrucción Nacional.
En líneas anteriores, se hacía referencia a “La noche de los cuchillos largos”, la cual fue una purga política que tuvo lugar en Alemania entre el 30 de junio y el 1º. de julio de 1934, cuando el régimen nazi, dirigido por Adolf Hitler, llevó a cabo una serie de asesinatos políticos.
Se puede incluir dentro del marco de actos que realizó el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán para apoderarse de todas las estructuras del Estado alemán. Muchos de los que fueron asesinados esos días pertenecían a las Sturmabteilung (SA), una organización paramilitar nazi.
Hitler se opuso a las SA y a su líder Ernst Röhm, porque percibía la independencia de las SA y la inclinación de sus miembros hacia la violencia callejera como una amenaza contra su poder.
Hitler, además, quería el apoyo de los jefes de la Reichswehr, la organización militar oficial de Alemania, que temían y despreciaban a las SA y, en particular, la ambición de Röhm para que las SA absorbieran a la Reichswehr bajo su liderazgo.
Finalmente, Hitler usó la purga para atacar o eliminar a los críticos de su régimen, especialmente contra aquellos que eran leales al vicecanciller Franz von Papen, y para vengarse de sus antiguos enemigos.
La historia así lo consigna, pero aplicada a la época actual, el cretino de Andrés Manuel López Obrador, embelesado por la sombra del hitlerismo universal, pretende también aplicar una purga humana en contra de las clases sociales de millones de mexicanos que no estén de acuerdo a su modelo económico y menos el de seguir destruyendo las instituciones republicanas.
En el cerebro lóbrego del fratricida tabasqueño, se esconden vestigios de Adolf Hitler, por lo que el inquilino indeseable de Palacio tiene al Congreso mexicano todo esclavizado, arrodillado y a sus pies.
Solo bastaría que —en el fastidio de lo inverosímil— el presidente López ordenara la absurdez porfirista: “Mátalos en caliente” o la insinuación que ante las intrigas de sus antagonistas, sentenciarlos: “Plata o plomo” y/o “ese gallo quiere su maíz”.
No obstante de ello, ¡México sigue siendo la vergüenza universal!
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Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
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