*** Buscan como saldrá del encierro antes de cinco años dictados por la
Corte de Miami
El panorama que existe para el actor Pablo Lyle, ya se apuesta en el medio artístico de alto nivel. Se conoce que fue acusado de homicidio y juzgado, cumple su condena; pero, es que se prevé que busca ser deportado, y ya en México, solo así podría salir antes de cinco años.
Ahí empezará otra disputa legal férrea entra las familias de él y la del finado adulto mayor. Porque estarán en desacuerdo que Pablo no pague lo que debe tras las rejas. Cada país tiene sus leyes, eso es una ley de oro.
El actor mexicano Pablo Lyle, condenado por la Corte de Miami, Florida, a cinco años de encierro, ya se filtró que la estrategia es conseguir que sea deportado y entonces pagará su delito en México, por homicidio imprudencial.
Porque de un golpazo, recordemos, noqueó y mato a un anciano cubano. Todo quedó grabado.
El anciano quien cayó al suelo se golpeó la cabeza contra el suelo. Allí expiró su vida. Murió en la calle. Esto sin que Pablo se detuviera a ver lo que hizo. Ese punto fue lo que lo convirtió en homicida y se agravo su situación.
La noticia hizo que Pablo, sellara para si un cruel destino para siempre. Hoy se percibe desesperado y consciente de su error. Pero tiene una buena esperanza de salir adelante.
Se prevé su futuro cercano positivo. Cabe decir, que el actor ha perdido el cabello por el estrés. Solo la deportación lo salva de un lago tiempo sin vivir la vida.
Porque su única oportunidad es que un juez en México, le dé la facilidad de salir antes de los cinco años, ya sea por buena conducta, un recurso legal muy costoso o en base a las leyes mexicanas.
Esto, obviamente provocará otro enfrentamiento legal entre abogados del finado y de Pablo, quien es posible que regrese a las telenovelas para seguir su carrera que era brillante. Ahora solo quítenle la palabra brillante.
Esa expectativa es real y contundente. Aquí hay un aviso para toda la gente que en las calles y en sus casas porque de pronto no controlan su ira y comenten imprudencias por el pésimo estado mental que padecen y lo recomendable es no discutir, no pelear, aguantar la ira, el enojo y estén atentos en las calles pues hay mucha gente afectada del cerebro. Eso simplemente puede desencadenar en graves problemas como un mal golpe o la cárcel, como vemos lo que le pasó a Pablo Lyle por tener pésimo carácter y pegarle sin medirse a un hombre viejo y débil. Le costó caro ese derechazo.
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